La nariz tapada o congestión nasal no es más que un exceso de mucosidad en las vías respiratorias, se trata de la inflamación de la mucosa nasal. Al inflamarse los vasos sanguíneos se produce una mayor concentración de sangre en la nariz, provocando congestión, que además puede ir acompañada de secreción (moqueo).
Por múltiples motivos puede taparse la nariz: exceso de mucosidad, inflamación de los cornetes, pólipos nasales, cuerpos extraños. En cualquier caso, nos dificultan la respiración de manera normal.
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Aunque la respiración suele ser un proceso inconsciente, podemos llegar a tenerlo muy presente cuando tener la nariz tapada (congestión nasal) nos impida llevarlo a cabo de forma normal.
Causas más comunes de la nariz tapada
En el mayor de los casos, la nariz tapada o congestión nasal se produce por una infección, contacto de agentes irritantes o inflamatorios con los tejidos nasales.
Las infecciones comunes (gripe, sinusitis, resfriado, entre otras) suelen estar detrás de la congestión nasal, aunque también puede producirse por otras razones como el humo del tabaco, del escape de los coches, la contaminación.
La mucosa nasal es la primera barrera de defensa frente a los microorganismos, alérgenos y otras sustancias que entran en nuestro cuerpo a través del aire que respiramos.
Una nariz tapada sin secreción de mocos puede tener diversas causas: rinitis alérgica, sinusitis, gripe, resfriado común, rinosinusitis y traumatismos o fracturas nasales.
¿Cómo destaparla?
Humidifica el entorno: instalación de humidificadores o vaporizadores en casa, así como también evitar o reduce el consumo de alcohol y no respires el humo del tabaco.
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Suénate la nariz correctamente: presionando primero un lado de la nariz y después el otro. También, realiza baños nasales (por ejemplo, de tomillo) de vez en cuando, cubriendo tu cabeza e inhalando el vapor durante unos minutos. A su vez, puedes inhalar el vapor del baño cuando vayas a ducharte.
Uso de sprays nasales con soluciones de agua de mar: ayudan a eliminar la mucosidad y a hidratar las cavidades nasales; son de gran ayuda en bebés y niños pequeños que todavía desconocen cómo sonar la nariz solos.
