En Puerto Rico hay más derechos para las madres trabajadoras lactantes, pero ¿pueden ejercerlos efectivamente?
Las recientes reformas laborales no alteraron los derechos de las mujeres lactantes. Más bien, los ampliaron. Sin embargo, se introdujeron otros cambios a la ley laboral que, en la práctica, hicieron que se les haga más difícil ejercerlos, explicó Melissa Pellicier, abogada y educadora en lactancia.
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“El concepto y los derechos de los trabajadores se han trastocado a tal nivel que es muy difícil que las trabajadoras puedan disfrutar de sus derechos de lactancia”, dijo Pellicier.
La especialista indicó que la Reforma Laboral de 2017 añadió derechos para empleadas lactantes de jornada parcial. También detalló cuál debe ser un lugar adecuado para ser sala de lactancia en los ambientes laborales. Como resultado, en el 2021 la Oficina de la Procuradora de la Mujer publicó la Guía para la Habilitación de Salas de Lactancia.
Los periodos de extracción de leche, de acuerdo con las reglamentaciones, deben poder coordinarse con el patrono.
“Uno de los mayores inconvenientes es que eso no se hace. Es ‘me saco leche cuando se pueda’. Esto es un asunto de biología, bebé que no se pega, mamá que no va a producir leche”, añadió la abogada.
Mencionó a enfermeras, maestras o meseras como ejemplos de trabajos que dificultan que la lactante pueda ejercer su derecho con tranquilidad y en beneficio de su bebé. Este tipo de dificultades, dijo, son resultado de la licencia de maternidad, que en otros países no es necesaria porque las madres se quedan un tiempo prolongado al cuidado de sus recién nacidos.
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Otro reto que mencionó Pellicier es que muchos trabajadores no necesariamente están siendo considerados bajo las categorías de empleados.
“Lamentablemente, lo primero que hay que averiguar es si son empleadas a jornada completa o parcial”, señaló.
A partir de esa definición es que les cobijan los derechos de lactancia, que dependen de la jornada de trabajo diaria. Por cada cuatro horas de trabajo consecutivas, la persona lactante tiene derecho a 30 minutos para extraerse leche o amamantar.
Si trabaja más 7.5 horas, puede dedicar periodos que sumen una hora para extraerse leche. Esa hora no sustituye el periodo designado para almuerzo y cualquier tiempo de descanso con el que cuente el resto de los compañeros.
“Ahora, los derechos son más amplios, pero también es más difícil ser empleada”, señaló. La abogada se refirió a que muchos trabajadores son considerados como cuentapropistas y no acumulan vacaciones u otros beneficios, aunque tengan jornadas laborales similares a las de un empleado. Indicó que constituye un reto para las personas lactantes o embarazadas reclamar esos derechos porque su estatus laboral no es claro.
“Hay un gran temor a perder sus trabajos y a reclamar sus derechos”, indicó Pellicier. Un patrono que no cumple con las leyes de lactancia se expone a multas y a compensaciones a las madres afectadas.
Estadísticas del 2017 de la Secretaría Auxiliar de Salud Familiar, Servicios Integrados y Promoción de la Salud indican que, al momento de registrar a sus bebés, el 82.7% de las madres los estaban lactando.
El periodo de pandemia, en el que el proceso de parto y primeros cuidados en el hospital se vio alterado por las restricciones en los hospitales y la red de apoyo, pudo haber causado un retroceso en los esfuerzos por que más bebés reciban leche materna, al menos, durante sus primeros meses de vida.
“El conocimiento de la ley y la educación de las mujeres es lo que va a cambiar esto. Es un buen momento tras la pandemia, porque los trabajadores se han dado cuenta que tienen mucho poder en sus manos”, expresó la educadora en lactancia.