Ciencia

Canto del coquí se ve afectado por el aumento de las temperaturas

Unos científicos han descubierto que las ranas en la isla están croando en un tono más alto debido al calentamiento global.

El canto del coquí se está viendo afectado por el aumento de las temperaturas en Puerto Rico.

Según reseña el medio The Guardian, unos científicos han descubierto que las ranas en la isla están croando en un tono más alto debido al calentamiento global.

Las ranas parecen estar disminuyendo de tamaño en temperaturas más cálidas, lo que hace que sus croares se vuelvan más agudos.

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Si la tendencia continúa, el calor podría volverse demasiado para que los anfibios sobrevivan, dijeron los investigadores.

Los científicos han notado que el llamado distintivo del coquí macho para marcar su territorio y advertir a sus rivales, está cambiando.

Peter Narins de la Universidad de California, Los Ángeles, grababa los sonidos del El Yunque en Puerto Rico, cuando él y su equipo descubrieron que los llamados de las ranas cambiaban según la altitud de la zona.

Los anfibios son muy sensibles a los cambios de temperatura, y cuanto más alto estaban en las montañas, más frío hacía. Por lo tanto, se descubrió que las ranas en los picos de las montañas eran más grandes que las que se encuentran en los zonas más cálidas, y esto significaba que su llamada era diferente.

“El coquí que producía llamados cortos y agudos a altas velocidades vivía cerca de la base de la montaña, mientras que los llamados de los animales que vivían cerca del pico de la montaña eran más largas, de tono más bajo y se repetían con menos frecuencia”, dijo Narins.

Dos décadas después de la primera grabación de su sonido, Nairns regresó a las montañas; en esta ocasión con su colega Sebastiaan Meenderink. Ambos descubrieron que cada llamado de rana, sin importar dónde estuviera en la montaña, se había vuelto más aguda.

“Para grabar un llamado con ciertas características teníamos que movernos a una altitud un poco más alta”, dijo Meenderink. “Era como si todos los animales hubieran subido a la montaña”, añadió.

A los científicos les preocupa que las ranas sigan trepando por la montaña para escapar de las temperaturas más altas en el fondo, pero eventualmente se quedarán sin espacio.

“Por ahora, las consecuencias no son nefastas”, dijo Meenderink.

“Un cambio apenas perceptible en el tamaño del cuerpo y la llamada de la rana tiene poco impacto en el medio ambiente. Sin embargo, si no disminuye, el aumento de la temperatura eventualmente causará un colapso de la población de coquíes, lo que será catastrófico para el ecosistema puertorriqueño”, añadió.

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