La actividad física y la dieta equilibrada no son los únicos pilares fundamentales de la salud, existen otros que han quedado a un lado, como es el caso de dormir bien, socializar, exponerse al sol y buscar la forma de controlar el estrés, las emociones en general.
Con una menor esperanza de vida se conecta el hecho de dormir demasiado o poco. De hecho, dormir más otros días no hace que se recupere el sueño; la forma de compensarlo es realizando actividad física, sostiene una investigación difundida por European Journal of Preventive Cardiology.
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Actividad física, clave para el sueño
Luego de estudiar una muestra de al menos 90.000 adultos, los científicos comentan que tal perspectiva “no es un llamamiento para realizar más actividad física a cambio de dormir menos. Significa que un hábito podría compensar parcialmente el riesgo de mortalidad prematura asociado al otro”.
“El estudio mostró que el aumento de los niveles de actividad física debilitó los riesgos de mortalidad asociados con una corta o larga duración del sueño”, alegó uno de los autores del trabajo, Jihui Zhang, del Affiliated Brain Hospital de la Universidad Médica de Guangzhou, en China.
Entonces, “tanto unos buenos niveles de actividad física como un nivel de sueño adecuado contribuyen a prolongar la esperanza de vida. Sin embargo, hasta el momento, no quedaba claro cómo la actividad física interactúa con la duración del sueño para promover la salud.
Prevenir la muerte
“Mantener unos buenos niveles de actividad física, tanto en cantidad como en intensidad, junto a una buena duración y calidad del sueño, son medidas efectivas para prevenir o retrasar una muerte prematura en la mediana edad”, dijeron los especialistas.
La idea es que “deberían unificarse ambos factores, pero los autores indican que la actividad física parece compensar parcialmente los perjuicios de la falta de sueño o del exceso del mismo”.
Según El Español, “se clasificó la duración del sueño como corta (seis horas), normal (de seis a ocho horas) y larga (más de ocho horas). Por su parte, el volumen de actividad física se dividió en terciles: bajo, intermedio y alto”, respectivamente.