La decisión de la periodista Bárbara Bermudo de remover sus implantes de seno a causa de que padece lo que se conoce como Síndrome Autoinmune Inducido por Adyuvantes (ASIA, por sus siglas en inglés), volvió a abrir la discusión y las diferencias acerca de los efectos físicos de esta cirugía estética.
Bermudo vinculó el uso de sus implantes con una serie de afecciones y deficiencias en su sistema inmunológico, como dolores musculares, trastornos gástricos, falta de concentración, piel seca y palpitaciones aceleradas. De acuerdo con literatura de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), el ASIA ha sido relacionado a personas con problemas inmunológicos que han tenido tratamientos como vacunas y uso de silicona.
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“Es un aparato regulado por la FDA”
En el caso de los implantes de seno, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado los rellenos con solución salina y los rellenos de gel de silicón. Con su aprobación, también ha orientado a los pacientes sobre algunos riesgos, como síntomas sistémicos, dolor en los senos, rupturas, infecciones y linfomas anaplásicos.
El uso de silicón en los implantes se realiza desde 1964, explicó el veterano cirujano plástico Carlos Portocarrero. Desde entonces hasta hoy, el diseño de los implantes y el uso de la silicona ha sido revisado y estudiado múltiples veces. Actualmente, cerca de 10 millones de personas se colocan implantes cada año. Es, de acuerdo con Portocarrero, la cirugía estética más común junto con la liposucción.
“El silicón se usa para muchas enfermedades. Estamos ante un dilema de si le damos validez científica a un problema para lo que existe es evidencia anecdótica”, dijo el especialista al reaccionar al anuncio de Bermudo. A su juicio, hay múltiples factores relacionados con los síntomas que algunos relacionan con el síndrome ASIA.
Sostuvo que en sus más de 30 años de experiencia colocando implantes, no podría relacionar problemas sistémicos con ese tipo de procedimientos. Indicó que, si fuera dañino, este procedimiento no estaría recomendado para pacientes de cáncer a quienes, luego de una mastectomía, se someten a esta cirugía.
De acuerdo con el galeno, los implantes de silicón pueden tener hasta 20 años de garantía. “No significa que haya que quitarlo porque prescribió la garantía. Hay una confianza que ese producto va a tener una durabilidad buena”, dijo. En el caso de sus pacientes, Portocarrero les recomienda que le hagan una visita de seguimiento al año.
La decisión de quitar o cambiar el implante, indicó, la puede tomar el paciente en cualquier momento y por razones diversas que no necesariamente están relacionadas con dolencias. “El paciente que tiene un implante de seno, que madura la idea de que se lo quiere quitar, se planifica una cirugía y se sacan. Estas cosas hay que discutirlas y entenderlas”, añadió.