Parece imposible, pero la realidad indica que adquirida o cognitiva, existen personas capaces de no percibir y, pero aun, no disfrutar cualquier sonido musical sin importar el género o idioma, situación que puede a llegar a ser bastante negativa si nos basamos que son muchos quienes mediante la música expresan pensamientos y sentimientos.
Amusia
Su nombre proviene de la combinación del prefijo “a” que significa privación o carencia y “musia” que hace referencia a la música, así lo explicó María Paula Rojas, neuropsicóloga española especializada en estimulación cognitiva, quien además agrega que “podemos definirlo como un déficit específico en el que se encuentran afectados algunos componentes básicos de la percepción musical. También se lo llama agnosia musical y es importante aclarar que puede aparecer con o sin dificultades en la compresión, escucha o producción del lenguaje”.
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Muchas veces, las personas que lo padecen nunca se enteran del síndrome que padecen y le restan importancia a la situación, alegando simplemente que no le llama la atención o le interesa la música. Sin embargo, músicos profesionales y amateur sí se les hace más fácil detectar la problemática.
Posiblemente la personalidad más resaltante de la historia en padecerla fue el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, quien a pesar de sus destacadísimas cualidades psicológicas y mentales siempre confesó nunca entender o simpatizar con cualquier género musical.
Tipos de Amusia
1. Adquirida: La alteración se da debido a un accidente o daño cerebral. La causa principal son los accidentes cerebrovasculares, aunque también se puede dar por traumas craneocefálicos o por demencias. En el caso de este tipo de amusia, las dificultades se pueden dar tanto en la producción, como en la percepción, la lectura y la escritura musical. Se puede subdividir en diferentes tipos de amusias, como las siguientes:
· Oral expresiva.
· Instrumental.
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· Agrafía musical.
· Sensorial o receptiva.
· Amnésica.
· Alexia musical.
2. Congénita: afecta específicamente la capacidad para reconocer el tono. En este caso, las personas desde su nacimiento presentan dificultades en la percepción de melodías y en la producción de estas que no se pueden explicar por daño cerebral, pérdida de oído, déficit intelectual o carencia de exposición a la música. Se presentan de la siguiente manera:
· Discriminar la direccionalidad de un sonido.
· Reconocer melodías familiares.
· Afinar al cantar.