El exastronauta estadounidense Walter Cunningham falleció este pasado martes a los 90 años, según informó la NASA. Cunningham es reconocido por haber sido el último tripulante del Apolo 7, en la misión inaugural en 1968, que quedaba vivo.
Cunningham participó junto a sus compañeros de tripulación Walter Schirra y Donn Eisele en la misión de 11 días, que se llevó a cabo en órbita terrestre baja. Ese fue el primer vuelo humano de prueba de la nueva nave espacial Apolo, que posteriormente pondría una docena de astronautas en la superficie lunar entre 1969 y 1972, cuando ya la misión resultó exitosa.
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Fue el último miembro superviviente de la tripulación del Apolo 7, tras las muertes del comandante de la misión Schirra, uno de los astronautas originales del “Mercury Seven”, y del piloto del módulo de mando Eisele, en 2007 y 1987, respectivamente.
“Hoy lloramos la partida de Walt Cunningham: U.S. Marine, patriota y astronauta del Apolo. Cunningham pasó 11 días en la órbita baja de la Tierra en Apolo 7, el primer vuelo tripulado y fue instrumental en nuestro aterrizaje en la Luna”, escribió la NASA en su cuenta de Twitter.
Cunningham era el piloto designado para el módulo lunar, aunque el Apolo 7 no llevaba la nave de alunizaje, y era responsable de todos los sistemas de la nave excepto el lanzamiento y la navegación.
Despegando el 11 de octubre de 1968, el Apolo 7 marcó la reanudación del programa de vuelos espaciales lunares de la NASA 21 meses después del incendio que mató a los tres miembros de la tripulación del Apolo 1, Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee, durante un ensayo de lanzamiento en tierra a finales de enero de 1967.
Antes de haber sido asignado al Apolo 7, Cunningham había sido el piloto de reserva del módulo lunar en la malograda misión Apolo 1, y formó parte de la tripulación principal del Apolo 2 hasta su cancelación.