Un investigador de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) presentó los resultados de un estudio de dos años que encontró evidencia sólida de que los factores de riesgo de demencia se pueden reducir hasta en un 30 % con un estilo de vida modificado.
La doctora Kristine Yaffe, profesora de Psiquiatría, Neurología y Epidemiología, presentó sus hallazgos de un estudio piloto aleatorio de casi 200 adultos mayores en la conferencia anual “Clinical Trials on Alzheimer’s Disease”.
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Yaffe señaló que todavía es un rompecabezas complejo saber por qué algunas personas contraen la enfermedad de Alzheimer y otras no. Por eso, su equipo de investigadores unió fuerzas con algunos colegas de Kaiser Washington en Seattle.
Para el ensayo, los investigadores reclutaron a adultos mayores que no habían sido diagnosticados con Alzheimer. La mitad se colocó en un grupo de intervención y la otra mitad se designó como grupo de control.
El grupo de control recibió materiales educativos sobre los factores de riesgo de la demencia.
El grupo de intervención consiguió un entrenador que los ayudó a identificar los factores de riesgo en los que querían trabajar y los ayudó a lograr sus objetivos de modificarlos. Estos factores de riesgo incluían presión arterial alta, diabetes, falta de sueño, aislamiento social y falta de actividad física.
Al final del estudio, los investigadores compararon el desempeño de los participantes en las pruebas cognitivas, la satisfacción personal y la calidad de vida. Las pruebas mostraron que aquellos que estaban en el grupo de intervención redujeron su riesgo hasta en un 30 %, ya que se desempeñaron mejor en sus pruebas cognitivas.
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El médico aseguró que aunque hay medicamentos prometedores para la enfermedad de Alzheimer en desarrollo, estos medicamentos tienen beneficios modestos, tienen efectos secundarios significativos y probablemente serán bastante costosos.
A medida que se desarrollen y salgan al mercado medicamentos más prometedores, Yaffe recomienda al público que preste atención a la salud de su cerebro. Eso incluye mantener un corazón sano, hacer dieta, hacer ejercicio y mantener el compromiso con los demás.
Si bien estas modificaciones de riesgo no son infalibles y algunas personas desarrollarán demencia, es una buena inversión concentrarse en la salud de su cerebro.
“Nunca es demasiado tarde para tratar de reducir el riesgo de Alzheimer y otras demencias”, dijo Yaffe.