Por más que a muchos padres no les gusten las nuevas tendencias de videojuegos, es importante saber entender de qué trata la situación y no darle la espalda a una verdadera actualidad y realidad. La demanda de los hijos frente a una consola de video o una computadora nos hace replantear muchas cosas de cómo se tiene que evaluar para poder saber cómo afrontar la situación.
Distintos especialistas confirman que el tema no debería ser sólo una cuestión prohibir o limitar por miedo a que desarrollen un problema de conducta o patología, ya que se pueden tomar buenos caminos en la intervención de los juegos que pueden usar, apuntando a aquellos que son adecuado para su edad, interés y estimulación cognitiva.
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Por ello, lo fundamental es establecer desde el principio los tiempos adecuados para el uso tecnológico. Ante esto, se recomienda limitar el uso en menores a un máximo de dos horas diarias y en niños de menos de dos años no es recomendable de ninguna manera.
Según Germán H. Beneditto, licenciado en Psicología y especialista en Videojuegos, Tecnología Educativa y el uso de la tecnología, explica en una entrevista para el medio bienestar que el juego es asociado comúnmente con diversión, placer, ocio y recreación. Si bien el mundo que ofrecen los videojuegos es virtual, estos estados se experimentan en el mundo real. En cuanto a los chicos y adolescentes, debemos tener en cuenta que esta experiencia debe ser supervisada para evitar excesos inadecuados que afecten su salud física y mental.
El especialista agrega que el aumento del uso de tecnología, potenciado por los efectos de la pandemia en estos últimos años, ha generado beneficios por el lado de la comunicación, pero también ha generado consecuencias nocivas para la salud ante un uso inadecuado o abuso del mismo .