WASHINGTON (AP) — El mundo pudo ver por primera vez el jueves una imagen —siquiera borrosa— del agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Los astrónomos creen que casi todas las galaxias, incluyendo la nuestra, tienen agujeros negros gigantescos en su centro, de donde no pueden escapar la materia ni la luz, por lo cual es sumamente difícil captar imágenes de ellos. La gravedad curva y retuerce caóticamente la luz cuando ésta se sumerge en ese abismo de gas y polvo supercalentados.
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La imagen coloreada artificialmente fue distribuida el jueves por el consorcio internacional que mantiene el Telescopio Event Horizon (Horizonte de eventos), una colaboración de ocho radiotelescopios sincronizados en diversas partes del mundo. En intentos anteriores, el agujero negro de nuestra galaxia resultó demasiado acelerado para obtener una buena imagen.
Feryal Ozel, de la Universidad de Arizona, anunció la nueva imagen de lo que llamó “el gigante amable en el centro de nuestra galaxia”.
El agujero negro de la Vía Láctea se llama Sagitario A(asterisk) y se encuentra cerca del borde de las constelaciones de Sagitario y Escorpión. Su masa es 4 millones de veces la del Sol.
Ésta no es la primera imagen de un agujero negro. El mismo grupo distribuyó la primera en 2019, de una galaxia a 53 millones de años luz. El agujero negro de la Vía Láctea es mucho más cercano: se encuentra a 27.000 años luz. Un año luz equivale a 9,5 billones de kilómetros.
El proyecto costó casi 60 millones de dólares, con un aporte de 28 millones de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos.