La ansiedad parece ser la enfermedad de los tiempos modernos. Mucho se habla, en los últimos 30 años, de los factores emocionales y cómo éstos inciden directamente en nuestra salud.
La ansiedad es una respuesta de nuestra mente que se refleja en sensaciones físicas concretas frente a situaciones que pueden resultar agobiantes, amenazadoras, pero también a pensamientos propios que no somos capaces de controlar.
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El sitio Psych_today dice en su cuenta en Instagram que existen al menos 4 principales tipos de ansiedad, y explica cómo se manifiestan.
De origen hormonal o existencial
El medio explica que, por ejemplo, hay personas con ansiedad situacional, que puede ser normal, y se explica como una respuesta a amenazas reales a nuestra supervivencia o a las metas de vida. Esta ansiedad se encuentra con frecuencia en la vida urbana, donde el entorno puede ser peligroso (tráfico, delincuencia), o también en ambientes laborales donde existe una elevada competitividad.
También se identifica la ansiedad biológica, que puede provenir de un desequilibrio en los neurotransmisores u hormonas puede conducir directamente a sentimientos de ansiedad. Las condiciones médicas también pueden desempeñar un papel importante en esta categoría.
Un tipo de ansiedad muy común es la ansiedad psicológica, que se produce a menudo cuando la respuesta de una persona es desproporcionada a la amenaza real o imaginaria.
Y por último menciona la ansiedad existencial, que se observa en algunas personas abrumadas por el temor cuando piensan en su propia mortalidad.
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“En el mundo de la práctica clínica, los pacientes con trastornos de ansiedad no suelen presentarse con perfiles de síntomas que encajan perfectamente con los diagnósticos”, explica el doctor John G. Cottone, PH.D. Estas categorías prácticas pueden ayudar a la gente a identificar lo que siente y describirlo con precisión a los demás para que puedan obtener la ayuda que necesitan”, citó el artículo.
Aceptar y saber manejar la ansiedad nos permite madurar un paso más, precisa el experto. Evitar la ansiedad y la necesidad de dominarla, por otra parte, hace que nos estanquemos y provoca que sigamos siendo niños en todos aquellos aspectos donde el obstáculo de la ansiedad no ha sido superado.
“La ansiedad siempre asoma cuando nos encontramos en una situación a la que no podemos hacer frente. Todo desarrollo, todo paso en el camino hacia la madurez, es causa de ansiedad, pues nos conduce a algo nuevo, algo desconocido para lo cual todavía no hemos desarrollado las habilidades necesarias”, explica.
Miedo al cambio en la lista
En otros análisis se hallan otras formas básicas de ansiedad, por ejemplo el miedo a renunciar a uno mismo, a experimentar la disolución del ego y la dependencia. Otro que entra en juego es el miedo a autorrealizarse, sentido como la sensación de desprotección y aislamiento.
En tercer lugar se menciona el miedo al cambio, experimentado como transitoriedad e inseguridad, y por último el miedo a lo permanente, experimentado como el rechazo a lo irrevocable o esclavizante.
“Las cuatro estructuras de personalidad son normales, con ciertas acentuaciones. Si estas son marcadamente unilaterales, dan pie a las cuatro grandes variantes neuróticas del carácter descritas por la psicoterapia y la psicología profunda: esquizofrenia, depresión, compulsión e histeria”, cita un informe de Cuerpo Mente.
“Sería signo de buena salud mental si uno consiguiera vivir con los cuatro impulsos básicos en equilibrio dinámico; esto significaría que la persona habría lidiado con las cuatro formas básicas de la ansiedad”, agrega el medio.
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