Una perrita, rescatada por los miembros de la Banda de la Policía de Puerto Rico en estado precario de salud, encontró un hogar de la mano de uno de los agentes que integran este grupo policiaco.
Tras el encuentro de los uniformados con la satita de pelaje marrón, el agente José Martínez Picart decidió convertirse en su padre adoptivo, llevándosela a su hogar.
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Según la teniente Jean Marié Correa Escalante, directora de la Banda, la mascota adoptada fue encontrada en condiciones de desnutrición por los agentes tras ser abandonada cerca de su unidad de trabajo en la Academia de la Policía, en el municipio de Gurabo.
Los uniformados se encargaron de brindarle los cuidados necesarios a la nueva integrante canina de la Banda. Además, le proveyeron alimentación, cuidados médicos e hidratación.
Ante la indecisión de los miembros del grupo musical de la Policía sobre el nombre que llevaría la mascota, los agentes determinaron llamarla Brindel Coda Leea Sofía Chanel Martínez Picart.
