No es secreto que el consumo de cigarrillo es uno de las principales causas de distintos tipos de cáncer, siendo el del pulmón y garganta los más resaltantes en la lista mortal. Los daños y efectos secundario por fumar son de total conocimiento en la mayoría de sus consumidores, por ello, se estima que el 70 % de las personas quieren dejar el cigarrillo y ha hecho por lo menos seis intentos para lograrlo.
En su último informe anual, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que más de siete millones de personas mueren por año en todo el mundo a raíz del consumo del tabaco y entre ellas, 900 mil fallecen por simplemente respirar el humo de forma pasiva.
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Un nuevo estudio científico realizado por investigadores del Hospital General de Massachusetts y la Universidad de Oxford y publicado en la revista científica JAMA- analizó la eficacia de los distintos métodos para dejar de fumar, una tarea que no es fácil, pero tampoco imposible. Hacerlo, mejora la calidad de vida y extiende la vida inclusive hasta diez años.
Riesgos de vida
Guillermo Espinosa, presidente de la Asociación Argentina de Tabacología (ASAT), advirtió que “El fumador tiene muchas más chances de enfermarse, pero piensan que se van a enfermar sólo de los pulmones, y en realidad produce daño en muchos órganos: el sistema urinario, el sistema digestivo, la piel, el sistema reproductor, entre otros. Todo esto quita muchos años de vida a las personas fumadoras”.
Por su parte, el psicólogo argentino Guido Bergman, comentó al medio Bienestar que “El 90% de las personas que fuman empezó a hacerlo en la adolescencia. Y es muy probable que en ese momento de la vida se hayan iniciado por identificación con un grupo de amigos, con algún familiar que fumaba, por el impacto de la publicidad o por la necesidad de transgredir”.
Métodos
El apoyo conductual y los medicamentos como, por ejemplo, bupropión, la vareniclina y terapia de reemplazo de nicotina con parches, chicles e inhaladores, son tratamientos eficaces cuando se usan individualmente, pero lo son más cuando se combinan, así lo indican los especialistas en tabacología.
Estudio EAGLES que incluyeron a 8.144 fumadores indicó que la tasa de abandono del tabaco es significativamente mayor a los seis meses con el uso de vareniclina (21,8 %) que con el de bupropión (16,2%) y los parches de nicotina (15,7%).
“El tratamiento de primera línea debe incluir tanto farmacoterapia como el apoyo conductual. La vareniclina o la terapia de reemplazo de nicotina combinada son las intervenciones iniciales preferidas”, concluyeron los investigadores.