¡Cuál modelo de crianza está ejerciendo es un tema en el que todo padre debe pensar! Sí, la paternidad es un asunto de constante evaluación.
¿Soy rígido? ¿Soy flexible? ¿Soy permisivo? Son preguntas necesarias para desarrollar en el niño una educación adecuada que le permita convertirse en un adulto operativo, con probabilidades de éxito.
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¿Cómo saber si soy un padre permisivo?
- No quiero problemas.
- No me gusta enfrentarme con mis hijos.
- En mi estilo de crianza predomina la indulgencia.
- No aporto normas o límites.
- Mi hijo no ve firmeza en mí.
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- Soy sensible pero poco exigente.
- Acepto los deseos de mis hijos y los complazco en todos sus caprichos.
- No exijo a los niños un comportamiento adecuado como que hagan las tareas del hogar, los deberes escolares o que mantengan los modales en la mesa.
-No existen reglas ni rutinas en casa y menos si al niño no le apetece. En lugar de permitir al niño que escoja entre varias opciones pensadas primero por mí, dejo que controle su propia conducta y toma de decisiones.
-No establezco reglas en cuanto al tiempo de ver la televisión, ni organización del tiempo, ni tampoco existe una hora fija para comer.
Esto tendrá consecuencias…
De acuerdo al Portal Eresmamá.com, “los padres, cuando tienen un estilo de crianza permisiva y los niños son pequeños, es posible que no se den cuenta de la magnitud de las consecuencias de seguir con este estilo de crianza en el futuro. Puede afectar al desarrollo del hijo, a sus habilidades sociales y la relación y vínculo afectivo entre padres e hijos”.