Estocolmo - Suecia suspendió las pruebas de detección del COVID-19 a gran escala incluso entre las personas que muestren síntomas de contagio y cerró las carpas móviles para tests y los centros accesibles con auto, además de suspender las realizadas a domicilio que se hicieron omnipresentes durante la pandemia y proporcionaron datos esenciales para controlar su propagación.
La medida sitúa a la nación escandinava en las antípodas del resto de Europa, pero algunos expertos sostienen que esto podría convertirse en norma ya que los costosos tests arrojan menos beneficios con la variante ómicron, que se transmite con más facilidad y provoca síntomas más leves, mientras los gobiernos empiezan a considerar la posibilidad de tratar el COVID-19 como otra enfermedad endémica más.
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“Hemos llegado a un punto donde el costo y la relevancia de las pruebas ya no son justificables”, dijo la directora de la Agencia de Salud Pública del país, Karin Tegmark Wisell, a la televisora estatal SVT esta semana.
“Si tuviéramos que hacer pruebas exhaustivas adaptadas a todos los que tienen COVID-19, eso podría suponer 500 millones de coronas (unos 55 millones de dólares) por semana y 2.000 millones al mes (220 millones)”, añadió Tegmark Wisell.
A partir del miércoles, solo los sanitarios, los empleados de centros de mayores y la población más vulnerable tendrán derecho a una prueba PCR gratuita si muestran síntomas de la enfermedad, mientras que al resto se les pedirá quedarse en casa si tienen síntomas compatibles con el COVID-19.
Las pruebas rápidas de antígenos pueden adquirirse en supermercados y farmacias, pero esos resultados no se reportan a las autoridades de salud. Los centros privados pueden realizar pruebas y ofrecer certificados para viajes internacionales. pero su costo no será reembolsado ni por el estado ni por los seguros médicos.
La alta tasa de vacunación en el país genera optimismo entre las autoridades de salud, y un estudio de finales de 2020 presentado el martes concluyó que en alrededor del 85% de las muestras había anticuerpos.
A medianoche del miércoles se levantaron también las restricciones al aforo de eventos o restaurantes, se eliminó la necesidad de presentar el certificado de vacunación y los bares y restaurantes recuperaron su horario sin limitaciones.