Las comedias románticas tienen un lugar asegurado en nuestro corazón. Sí, muchas veces sabemos exactamente cómo van a terminar, pero aun así volvemos a ellas una y otra vez. Y cuando ese romance se mezcla con luces, árboles de Navidad, suéteres acogedores y segundas oportunidades, el efecto es todavía más poderoso.
Las historias navideñas tienen ese “algo” que nos reconcilian con la idea del amor, nos devuelven la esperanza y nos recuerdan que no todo tiene que ser perfecto para ser verdadero. Bajo este contexto, cada año surgen nuevas producciones que buscan convertirse en el plan ideal de la temporada, y en 2025 Disney+ y Hulu apuestan por una película que abraza sin pudor el encanto clásico del género y lo actualiza para una nueva generación.
Estrenada a finales de 2025, Joy to the World es una comedia romántica navideña protagonizada por Chad Michael Murray y Emmanuelle Chriqui que entiende perfectamente las reglas del juego… y decide jugar con ellas a su favor. No reinventa el género, pero tampoco lo necesita. Su objetivo es claro: ofrecer confort, calidez y una historia que se sienta como una taza de chocolate caliente en una tarde fría de diciembre.
Una mentira navideña que se sale de control
La historia gira en torno a Joy Edwards, una exitosa gurú de estilo de vida y autora de libros de cocina que ha construido un imperio vendiendo la imagen de una familia perfecta, un hogar impecable y una vida digna de postal navideña. El problema es que nada de eso es real. Joy vive sola, su casa es un caos y su “familia ideal” solo existe en redes sociales y entrevistas cuidadosamente planeadas.
Todo cambia cuando su editorial planea un especial navideño en vivo desde su casa, donde el público espera conocer a la familia “perfecta” que Joy ha vendido durante años. Para salvar su carrera, recurre a Max, su mejor amigo y exnovio, quien acepta fingir ser su esposo, mientras vecinos y niños improvisan el resto del clan frente a las cámaras.
Lo que inicia como una farsa se convierte en un caos entrañable donde, entre decoraciones y presión en vivo, resurgen emociones que ambos creían superadas.
Romance y nostalgia navideña
Uno de los mayores aciertos de Joy to the World está en sus protagonistas. Chad Michael Murray aporta ese carisma relajado que lo convirtió en un ícono de las comedias románticas de los 2000, mientras que Emmanuelle Chriqui sostiene la historia con una interpretación sincera que evita que el personaje de Joy se sienta superficial. La química entre ambos es natural y funciona como el motor emocional de la película.
La cinta es una versión moderna y ligera de Christmas in Connecticut (1945), y se nota en su estructura clásica y su tono nostálgico. Sin embargo, introduce temas actuales como la presión de las redes sociales, la construcción de una imagen pública y la distancia entre lo que mostramos y lo que realmente somos. Sin ponerse moralista, la película plantea una pregunta sencilla pero poderosa: ¿qué pasa cuando la vida real no coincide con la versión que vendemos al mundo?
Predecible, sí. Pero también entrañable, luminosa y consciente de lo que ofrece. Joy to the World no busca sorprenderte; busca abrazarte. Y a veces, eso es exactamente lo que necesitamos en Navidad.