En un año lleno de estrenos colosales, siempre hay una película que se sale del molde: aquella que va más allá de las persecuciones impecables, los efectos especiales y los héroes “indestructibles” que dominan el cine de acción. One Battle After Another, la nueva cinta de Paul Thomas Anderson, se convirtió en ese fenómeno. Lo hizo no solo por su elenco de lujo encabezado por Leonardo DiCaprio, Sean Penn, Chase Infiniti, Benicio del Toro y Teyana Taylor, sino porque cuenta una historia épica, caótica, oscura y profundamente humana.
El filme sorprendió a crítica y audiencia y hoy se perfila como una de las favoritas de la temporada de premios, encabezando nominaciones gracias a su mezcla explosiva de humor negro, acción trepidante y una reflexión emocional sobre la familia, la resistencia y las heridas que pasan de generación en generación.
Una historia de revolución y amor paternal

Basada libremente en Vineland, la película sigue a “Ghetto” Pat Calhoun (DiCaprio), un exrevolucionario que, tras un fallido levantamiento político 16 años atrás, desaparece del mapa para criar en secreto a su hija recién nacida. Convertido ahora en Bob Ferguson, vive escondido en la ciudad santuario ficticia de Baktan Cross, paranoico, aislado y empeñado en mantener a Willa lejos del peligro, incluso si eso implica vivir desconectados del mundo.
Pero el pasado siempre encuentra la forma de regresar, y lo hace en forma del temible Coronel Steven J. Lockjaw (Sean Penn), un antagonista tan corrupto como perturbador que resurge como miembro de una sociedad supremacista. Su regreso separa a Bob y Willa, obligándolos a huir y librar una serie de batallas que combinan acción brutal, humor absurdo y momentos íntimos que revelan la verdadera esencia de estos personajes.
Un padre imperfecto y una hija lista para cambiar el mundo

Entre explosiones, conspiraciones y humor ácido, la historia esconde algo mucho más poderoso: la relación entre Bob y Willa, que se ha convertido en uno de los elementos más comentados del filme.
Bob es un desastre funcional: paranoico, fumador empedernido, con un pie fuera de la realidad pero con un amor inquebrantable por su hija. Willa, interpretada por la revelación Chase Infiniti, es ingeniosa, valiente y mucho más madura que su padre, hasta el punto de que a veces parece que ella lo está criando a él.
La película se sumerge en la complejidad emocional entre Bob y Willa, un vínculo que va mucho más allá de la acción. Explora el amor imperfecto, pero inquebrantable, de un padre que ha entregado todo para mantener a salvo a su hija. También muestra el choque inevitable entre generaciones: Bob, un exrevolucionario marcado por las pérdidas, frente a una adolescente que quiere abrirse camino en un mundo que a él aún le aterra.

La historia también abraza el concepto de “familia elegida”. Cuando Willa descubre que su verdadero padre biológico es Lockjaw, la revelación no altera lo esencial: para ella, el único padre que cuenta es Bob. Y es justamente esa certeza la que impulsa el relevo generacional que atraviesa todo el filme, donde Willa toma su lugar en la lucha y se convierte en una nueva voz de resistencia.
La favorita de la temporada
One Battle After Another está arrasando en la conversación cinematográfica. Ha sido reconocida como Mejor Película por la National Board of Review y el New York Film Critics Circle, además de ganar el Gotham Award a Mejor Largometraje. El elenco ha recibido ovaciones unánimes, con menciones especiales para DiCaprio, Penn, del Toro e Infiniti.
Pero hay un factor más que impulsa su estatus de favorita: Paul Thomas Anderson, un director que entrega una de sus obras más audaces y emocionalmente potentes, reforzada por la música de Jonny Greenwood y una cinematografía en VistaVision que es puro espectáculo.
One Battle After Another ya está disponible para renta o compra en Prime Video. Una historia que mezcla adrenalina, humor y una reflexión conmovedora sobre hasta dónde podemos llegar por quienes amamos.

