El abogado Roberto Sueiro, experto en derecho de entretenimiento y propiedad intelectual, opinó que las alegaciones incluidas en la demanda federal presentada por Daddy Yankee contra Raphy Pina, su exesposa Mireddys González y otros colaboradores “son una fabricación”.
En entrevista con Metro al Mediodía, Sueiro sostuvo que varios de los métodos descritos como fraudulentos en el documento son, en su experiencia, “usos y costumbres de la industria”, y no constituyen un esquema criminal como alega el artista.
Según Sueiro, el caso —presentado bajo la ley federal RICO— podría incluso ser desestimado en una etapa temprana. “Yo creo que se puede desestimar al inicio”, afirmó, al destacar que la demanda no fue presentada por autoridades federales ni fiscales, sino como un pleito civil radicado directamente por el propio artista y su corporación Los Cangris.
El abogado también interpretó la radicación de este pleito como un movimiento estratégico de Daddy Yankee mientras enfrenta la etapa decisiva de su proceso de divorcio en el Tribunal de Carolina. A su juicio, la demanda busca influir en la percepción pública a la víspera de negociaciones importantes relativas a la división de bienes. “Es un acto de desesperación… tratando de inclinar la opinión pública a su favor”, dijo. Añadió que, bajo el marco legal vigente, el artista “tarde o temprano va a tener que dividir al 50% todo el patrimonio creado durante la relación matrimonial”, anticipó.
En cuanto a la sustancia del pleito federal, Sueiro explicó que Daddy Yankee reclama daños triplicados —como permite la Ley RICO— sobre transacciones relacionadas con asignaciones de publishing que, según el artista, fueron alteradas sin su autorización. En esta etapa, indicó que la cifra aproximada de la reclamación asciende a alrededor de tres millones de dólares. No obstante, recalcó que este tipo de asignaciones de regalías y porcentajes de publicación no es inusual en la industria, especialmente cuando productores o manejadores aportan al desarrollo del artista o del proyecto musical. Por eso insiste en que las alegaciones de fraude “son una fabricación” desde el punto de vista técnico y administrativo.
Sueiro también anticipó que la parte demandada podría evaluar presentar una contrademanda, aunque advirtió que primero deberán atender la posibilidad de que el tribunal desestime el caso en su totalidad. Su análisis sugiere que, más allá del impacto mediático, la demanda enfrenta obstáculos jurídicos importantes antes de avanzar hacia una fase probatoria.
Mientras tanto, el proceso de divorcio entre Daddy Yankee y Mireddys González continúa en el Tribunal de Carolina, donde se espera una vista clave para atender por primera vez la cuantía económica que deberá asumir el artista. Para Sueiro, ambas acciones —el divorcio y la demanda RICO— se mueven en paralelo y responden a una misma coyuntura legal y personal.