BEVERLY HILLS, CALIFORNIA - A casi una década de su estreno, Stranger Things, la serie insignia de los Hermanos Duffer y una de las producciones más influyentes de la televisión contemporánea, se acerca a su temporada final. Convertida en fenómeno cultural desde 2016, la producción no solo elevó el estándar de la narrativa fantástica y la estética ochentosa, sino que catapultó a sus jóvenes protagonistas a la categoría de figuras globales.
En una entrevista exclusiva con Metro, Millie Bobby Brown (Eleven) y Noah Schnapp (Will Byers) analizaron el impacto de esta serie, el peso emocional de la despedida y el legado que deja el proyecto. La quinta temporada funciona como cierre definitivo de las principales incógnitas planteadas desde el inicio. Los actores destacan que, a diferencia de ciclos anteriores, la narrativa no está construida para expandirse, sino para cerrarse. “Esta temporada no prepara otra historia. No hay setup. Es el cierre total. Vamos a ver cómo se atan todos los cabos”, subrayó Schnapp, quien interpreta a una de las figuras medulares de la serie.
Según ambos intérpretes, los primeros episodios establecen un tono más oscuro, intenso y conclusivo que cualquier entrega anterior. Brown afirma que el público finalmente conocerá las respuestas esperadas. “La gente va a obtener respuestas. Muchas respuestas… Es la culminación de todo”, dijo. El fin de Stranger Things no solo significa concluir un proyecto profesional: implica cerrar una etapa vital para quienes comenzaron en el proyecto siendo preadolescentes. Millie Bobby Brown ha despuntado en otros proyectos, como las películas, también de Netflix, Enola Homes 1 y 2, cuya tercera entrega estrena en 2026. La actriz reconoce que la despedida la alcanzó de forma inesperada. “No había llorado. Pero recibí una carta de una fan, la leí… y simplemente empecé a llorar. Es ahí cuando entiendes lo que significa este proyecto para mucha gente y el impacto que ha tenido”.
Ambos actores coinciden en que la serie los formó tanto dentro como fuera de la industria. La convivencia con un elenco diverso, unido y visiblemente expuesto a la fama desde muy jóvenes moldeó su forma de relacionarse con su identidad y su oficio. “La serie me dio confianza para ser quien soy y estar orgulloso de eso. Stranger Things empodera a los outcasts (desencajados). Y los outcasts cambian el mundo”, resaltó Schnapp sobre el impacto del programa en distintos grupos. A lo que su contraparte añadió: “Me enseñó a ser amiga y profesional. Estuve rodeada de personas orgullosas de ser quienes eran, y eso me empoderó para ser yo misma”. La también empresaria ha diversificado su carrera con líneas de cosméticos, ropa y hasta se estrenó como escritora de ficción en 2023. Ambos destacan la relación personal que formaron durante los años de grabación. “Millie siempre me hizo sentir cómodo siendo quien era, incluso cuando me daba miedo”, señaló el joven actor sobre el fundamental vínculo de seguridad que desarrolló con la actriz.
La serie se convirtió en un elemento clave del resurgimiento de la cultura popular ochentosa. Ante preguntas sobre qué rescatarían de esa época, los actores destacan elementos vinculados a la vida cotidiana y la estética característica. “No tener teléfonos. Todos estaban presentes, afuera, viviendo el momento”, mencionó entre risas Schnapp, mientras que Brown prefiere “los teléfonos de antaño, la música, el cabello… toda esa vibra”.
Con su última temporada, Stranger Things se despide como una de las ficciones más influyentes de la década, capaz de unir audiencias de distintas edades y marcar la cultura popular con personajes memorables, historias emocionales y una estética que trascendió la pantalla. Para Brown y Schnapp, el proyecto representa una etapa formativa que los acompañará de por vida. “Este show nos hizo quienes somos”, precisó Schnapp. “Y siempre lo llevaremos con nosotros”, concluyó Brown, sobre la serie que estrena sus primero episodios el 26 de noviembre en Netflix.


