La influencer colombiana Alejandra Esquín, conocida como Baby Demoni, falleció el 15 de octubre luego de ser ingresada en estado crítico el día anterior en Bogotá. Su muerte se produjo en circunstancias aún confusas y polémicas: familiares y amigos solicitan una investigación exhaustiva, pues se han mencionado huellas de asfixia, una presunta discusión con su pareja y versiones contradictorias sobre si fue un suicidio o un homicidio.
¿Quién era Baby Demoni y qué actividad tenía en redes?
Alejandra Esquín, de 24 años, era creadora de contenido, tatuadora y madre de una niña de seis años, con presencia activa en TikTok e Instagram. Su estilo urbano, estética alternativa, tatuajes y contenido directo la llevaron a acumular cientos de miles de seguidores en Latinoamérica.
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En días previos a su muerte, compartió videos sobre una cirugía estética (liposucción y aumento de senos), revelando que buscaba mejorar su figura tras cambios corporales anteriores. Algunos medios reportan que estaba “feliz” tras esa intervención.
¿Qué se sabe sobre su muerte y las versiones encontradas?
Según reportes iniciales, la influencer fue internada el 14 de octubre y falleció un día después. La versión oficial aún no ha sido confirmada por autoridades competentes, lo que ha generado especulación. Amigos y allegados han pedido esclarecer los hechos, señalando que podría tratarse de un intento de homicidio, no un suicidio.
Una versión compartida por su pareja, identificada como “Samor One”, es que durante una fuerte discusión ella habría tenido un episodio de autoagresión:
“Yo la encontré en una situación donde ella estaba haciéndose daño… la llevé a urgencias”, dijo Samor en un video.
Pero esa idea no convence a muchos: Yina Calderón (amiga de Baby Demoni) cuestionó esa versión y pidió que se investigue la posibilidad de asfixia:
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“En el hospital le encontraron huellas de asfixia … fue algo muy raro”, declaró.
Uno de los amigos más cercanos, “La Fresa Más Nea”, también se pronunció: dijo que Baby Demoni y Samor estaban en conflicto, y que él temía por su propia seguridad. Afirmó haber recibido audios de ella llorando, y denunció que fue amenazado tras intentar compartir lo que sabía del caso.
Otro dato que circula es que en el cuerpo de la joven habrían aparecido marcas en el cuello, lo que refuerza las dudas sobre la versión de suicidio.