Kim Kardashian es una de las figuras más destacadas de la familia Kardashian y un ícono global que ha redefinido la fama en la era digital. Su salto a la fama se dio a principios de los 2000 como socialité y stylist, pero su estrellato se consolidó con el lanzamiento del reality show “Keeping Up with the Kardashians” en 2007.
A lo largo de los años, Kim ha construido un vasto imperio de negocios que incluye exitosas marcas de belleza como KKW Beauty y de lencería de forma como Skims. Esta última ha sido tendencia el último mes, esto debido a un particular lanzamiento que generó interés pero también una gran variedad de críticas.
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Se trata del Seamless Sculpt Face Wrap que en español es una faja para la papada, el cual consiste en una mascarilla facial que ofrece un soporte para la mandíbula. Kim describió el producto como “una necesidad” y un complemento ideal para la rutina nocturna. Su modo de uso es sencillo y se recomienda llevarla durante un tiempo determinado cada día, siguiendo las instrucciones del fabricante, pues este puede que varía dependiendo del modelo escogido.
Esta faja se debe colocar alrededor de la zona de la papada y la mandíbula y su función es reducir el depósito de tejido graso en la zona del mentón, comprimiendo la zona para reducir el volumen.
¿Cuál es el valor de la faja para la papada?
Este producto destinado para definir la mandíbula, realizar los pómulos y reducir la papada cuesta 48 dólares, aproximadamente 193.00 pesos colombianos. En el momento que fue lanzando se agotó en pocas horas, por lo que se puede conseguir si se anota en una lista de espera.
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Si bien la faja para la papada es un método de belleza no invasivo y brinda una opción más accesible, ha sido un tema de debate, en la que una vez más se denota la influencia de las Kardashian y su clan en cuanto a estándares estéticos. No obstante, para muchos es un refuerzo de la belleza inalcanzable que por años ha afectado especialmente a las mujeres.
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Este nuevo accesorio estaría promoviendo la obsesión por modificar el cuerpo y el rostro para ajustarse a ideales poco realistas que exige la sociedad. Mientras que la mayor de las Kardashian confirmó su capacidad para convertir productos de nicho o clínicos en fenómenos de consumo masivo.