El “Campeón del Pueblo” se hizo sentir una vez más, pero esta vez no fue dentro del ring, sino en el escenario más popular del verano en Puerto Rico. Félix “Tito” Trinidad, hizo una aparición especial la noche del sábado en el concierto de Bad Bunny, desatando una ovación masiva entre las miles de personas en el Coliseo de Puerto Rico.
La sorpresa ocurrió durante uno de los momentos más simbólicos del espectáculo: la escena en la que el artista se detiene frente a la réplica de una casita típica puertorriqueña. Desde allí, salió Tito, vestido con atuendo blanco y una sonrisa saludando al público que lo recibió con aplausos y gritos. El inesperado encuentro entre el boxeador y el artista urbano provocó una de las reacciones más emotivas de la noche.
PUBLICIDAD
Bad Bunny, visiblemente emocionado, le dio un fuerte abrazo y lo presentó ante la multitud como un verdadero héroe nacional. El gesto se sintió como un puente entre generaciones: una leyenda del deporte y una figura clave de la música uniendo fuerzas sobre una misma tarima para celebrar la identidad boricua.
La residencia “No me quiero ir de aquí” ha sido un fenómeno sin precedentes en la historia del entretenimiento local. Con 30 funciones pautadas exclusivamente en el “Choliseo”, Bad Bunny ha convertido el lugar en una extensión viva del alma puertorriqueña. La escenografía, que incluye elementos icónicos como flamboyanes, balcones coloniales y la mencionada casita, es más que decoración, es un homenaje a las raíces y al orgullo de la isla.
La aparición de Tito se suma a una serie de invitados que han enriquecido la experiencia de cada espectáculo, manteniendo el factor sorpresa y conectando con el público. Estas presentaciones están dejando sin duda una huella significativa en el turismo, la economía local y, sobre todo, en el corazón del pueblo.