En la era del streaming, las miniseries se han convertido en uno de los formatos más irresistibles para los maratones de fin de semana. ¿La razón? Son breves, intensas y están diseñadas para mantenerte atrapado de principio a fin sin necesidad de alargar la historia innecesariamente. No importa si tienen sólo cuatro o seis episodios: cuando la trama es buena y los giros están bien pensados, el resultado es una bomba emocional imposible de soltar. Y justo eso es lo que logra Dos familias, la nueva miniserie británica que está causando revuelo en Movistar Plus+.
Basada en la novela Playing Nice de J.P. Delaney, esta ficción plantea una pregunta que hiela la sangre de cualquier padre: ¿qué harías si un día alguien toca a tu puerta asegurando ser el verdadero padre de tu hijo? A partir de ahí, lo que parecía un drama familiar se convierte en un thriller psicológico cargado de tensión, secretos y dilemas éticos que te harán cuestionarlo todo.
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¿De qué va la serie?

La historia sigue a Pete (James Norton) y Maddie (Niamh Algar), una pareja que vive en la tranquila región de Cornualles junto a su pequeño hijo Theo. Ella es chef en un restaurante exigente, él trabaja como jardinero y ex periodista. Llevan una vida sencilla, con altibajos financieros, pero feliz… hasta que un día reciben una noticia devastadora: el hospital donde nació Theo cometió un error y su hijo fue intercambiado con el de otra pareja.
Ese otro matrimonio, los Lambert, es todo lo contrario a los Riley: adinerados, influyentes y con un estilo de vida más elitista. Interpretados por James McArdle (Mare of Easttown) y Jessica Brown Findlay (Downton Abbey), Lucy y Miles entran en la vida de los protagonistas para reclamar su lugar en la historia… y no precisamente con buenas intenciones.
Lo que comienza como un drama íntimo sobre el impacto de este error se transforma rápidamente en una batalla legal y emocional, donde los límites entre lo correcto y lo monstruoso se vuelven cada vez más difusos. A medida que la serie avanza, se revelan verdades oscuras, manipulaciones psicológicas y una amenaza cada vez más real: Miles no está dispuesto a dejar que Pete y Maddie críen a ninguno de los dos niños.
El éxito de Dos Familias

Aunque Dos familias ha generado opiniones encontradas en Reino Unido, nadie puede negar que tiene todos los ingredientes para enganchar: un punto de partida impactante, actores de peso, conflictos morales extremos y una realización efectiva que mantiene la tensión. Si bien no alcanza la calidad técnica de otras joyas británicas como Adolescencia, lo cierto es que su capacidad para incomodar y enganchar es poderosa.
Sí, hay quien la califica como una “película para televisión alargada”, con momentos forzados y giros exagerados. Pero incluso si no es perfecta, Dos familias es de esas series que ves sin poder parar, preguntándote capítulo tras capítulo hasta dónde puede llegar la locura humana por proteger a un hijo... incluso si no es tuyo.
Y esa, al final del día, es la magia de las miniseries bien ejecutadas: atrapan, remueven y te hacen reflexionar, todo en menos de cinco horas.