Un tribunal federal en Georgia ha ordenado a la campaña de Donald Trump dejar de usar la canción “Hold On, I’m Comin’” de Sam & Dave en sus eventos.
La decisión judicial responde a una demanda interpuesta por la familia de Isaac Hayes, coautor de la canción, quienes argumentan que el uso de la música sin la debida licencia viola los derechos de autor.
PUBLICIDAD
Tras la emisión de la orden judicial, el equipo de campaña de Trump ha anunciado que cumplirán con la decisión y que la canción ya no será parte de sus mítines.
Sin embargo, los abogados de Trump señalaron que el juez no exigió la eliminación de videos existentes que contengan la canción, lo que, según ellos, protege ciertos aspectos relacionados con la libertad de expresión. La campaña afirmó que no desea incomodar a nadie y que retirarán la canción para evitar más conflictos, señala Variety.
Reacciones de familia de Isaac
Isaac Hayes III, hijo del icónico músico, celebró la decisión del tribunal en redes sociales, describiéndola como un primer paso importante en la defensa del legado de su padre. Según Hayes III, la orden judicial es una victoria significativa en la lucha por los derechos de autor, y aseguró que seguirán adelante con el caso para asegurar una resolución favorable en el juicio principal.
Este no es el primer enfrentamiento entre la campaña de Donald y artistas cuyos trabajos han sido utilizados sin autorización en eventos políticos. Anteriormente, figuras como Celine Dion, Foo Fighters, Jack White y Neil Young han manifestado su descontento por la utilización no autorizada de sus canciones en mítines de Trump.
Aunque en esos casos las críticas no siempre resultaron en acciones legales, la decisión de este tribunal subraya la importancia de respetar los derechos de los artistas.
PUBLICIDAD
El caso contra esta campaña continúa en los tribunales, y se espera que haya más desarrollos en el futuro. Según muchos internautas, la decisión tomada por el juez en Georgia marca un precedente importante en la protección de los derechos de autor en el ámbito político, reforzando la necesidad de que las campañas obtengan las licencias adecuadas antes de utilizar obras musicales.
Se menciona que esta medida no solo protege a los artistas, sino que también asegura que su trabajo no sea empleado en contextos que no aprueban.