La reconocida comunicadora puertorriqueña, María Celeste Arrarás, rompió el silencio este lunes tras el fallecimiento de su novio, el empresario venezolano, Raúl Quintero, el pasado jueves, 2 de mayo.
Fue en una entrevista con la revista “People en Español” donde contó todos los detalles de cómo comenzó su historia de amor, hasta el día de la muerte de su pareja.
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“Nos conocimos en un club de Miami que se llama Fisher Island donde ambos éramos socios. Nos vimos de lejos en varias ocasiones y siempre hubo una gran atracción física, pero no nos vinimos a conocer sino hasta unos años, después cuando una amiga en común nos presentó”, comenzó contando Arrarás.
“Cuando lo conocí, descubrí que no solo era bello por fuera. Él ayudaba a todo el mundo, tenía un gran corazón y era la persona más alegre y optimista que jamás he conocido. Nunca en su vida se despertó de mal humor. Todo el mundo que lo conoció dice lo mismo”, recordó la mujer de 63 años sobre el militar que formó parte del “U.S. Navy SEAL”.
Sin embargo, en 2010 la boricua se comunicó con el Sistema de Emergencias 911, luego de una fuerte discusión con el venezolano. Esta lo acusó de violencia doméstica y el empresario se declaró inocente de los cargos, los cuales fueron posteriormente desestimados.
“Fue un incidente aislado que yo reporté en su momento y que llevó a un periodo de separación. Después de un tiempo considerable le di una oportunidad y jamás en la vida volvió a haber algún tipo de problema entre nosotros. Por el contrario, jamás discutíamos, nos llevábamos muy pero que muy bien. Éramos muy afines, nos gustaban las mismas cosas y él era muy atento conmigo. ¡Hasta me preparaba y llevaba desayuno a la cama todas las mañanas! A diario me sorprendía con mil detalles como ese. ¡Por algo mis amigas decían que teníamos que clonarlo!”, relató Arrarás, quien resaltó que cuando retomaron su relación amorosa después de este incidente “maduramos y corregimos los fallos de cada cual”.
Detalló que siempre contó con el apoyo de Quintero y que era su cómplice de aventuras. Por esa razón, decidió que comenzarían a vivir juntos en su casa de Miami, Florida.
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“Nos gustaban los deportes al aire libre como el tenis y el esquí, de jóvenes ambos fuimos atletas olímpicos; yo en natación y el en judo”, cuenta Arrarás. “Tal vez por eso ambos éramos muy competitivos, nos gustaba ganar. También, nos gustaba correr bicicleta, escalar montañas, todo lo que fuese estar en contacto con la naturaleza y con los animales”, rememoró.
En los últimos meses, vivieron grandes momentos juntos que fueron desde cenas románticas, hasta compartir en la graduación de los hijos de la periodista, Lara y Adrián, que se graduaron Universidad Internacional de la Florida a finales de abril.
“Era una de las personas más trabajadoras y optimistas que he conocido. Tuvo dos hijas biológicas que ya son mayores y viven en Suiza, y a mis hijos los acogió, cuido y mimó como si fueran suyos. Mis hijos lo consideraban un segundo papá y su mejor amigo. Desde pequeños colaboraba feliz llevándolos a la escuela, a las fiestecitas, a los eventos deportivos y hasta los ayudaba con las asignaciones. Decía que eran los hijos que le regaló la vida y en las recientes graduaciones universitarias de los dos más pequeños fue el más que lloró de emoción”, sostuvo.
Precisamente, fueron sus hijos Lara y Adrián quienes vivieron los últimos minutos de vida junto a Quintero. La presentadora de los programas televisivos “Primer Impacto” y “¡Al rojo vivo!” se encontraba aterrizando en Madrid, España, para ver el “Madrid Open” y para realizar el “Camino de Santiago”.
Raúl sufrió un infarto mientras hacía ejercicio en su hogar. Adrián fue quien le dio la noticia a la comunicadora, mientras, Lara acompañó al hombre de 57 años en la ambulancia.
“Todo me pareció irreal porque en el teléfono podía escuchar al personal médico tratando en vano de resucitarlo [...] No habían vuelos de regreso a casa sino hasta el día siguiente, pero por suerte estaba acompañada de un grupo de amistades de toda la vida que me cuidaron mucho y se encargaron de coordinar todos los pormenores para mi regreso”, manifestó.
“Hasta hablaron con la jefa de azafatas para que estuviera pendiente de mí y en ese avión ellas me cuidaron con una ternura que me dejó conmovida. ¡Nunca las olvidaré!”, aseguró Arrarás.
Para la puertorriqueña ha sido muy “duro” la pérdida del venezolano y le dejó “un hueco muy profundo” en el corazón.
“Fue la persona que me enseñó lo que es el amor incondicional porque me quería en todas mis versiones, con todos mis defectos y virtudes. Siempre fui su persona favorita, su prioridad y no pasaba un día sin que me demostrara cuánto me quería”, reiteró.