¿Alguna vez imaginaste cómo es que Willy Wonka llegó a convertirse en el chocolatero e inventor más estrafalario de todos los tiempos y cómo fundó su famosa Fábrica de Chocolate? Las respuestas las hallarás en Wonka, la cinta protagonizada por Timothée Chalamet, Olivia Colman y Hugh Grant.
En el marco de su estreno a nivel mundial, Publimetro estuvo en una charla con el elenco de la cinta y su protagonista, Timothée Chalamet, quien nos contó sobre los retos de interpretar a un personaje icónico, como Willy Wonka.
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8 preguntas para Timothée:
¿Cómo fue que llegaste a la película, leíste el guion antes de aceptar el papel o estabas enamorado de la visión que Paul (King, director) tenía sobre este proyecto?
—Estaba enamorado de su trabajo antes de las películas de Paddington y estaba emocionado por la idea de interpretar a Willy Wonka, porque es un personaje querido, pero cinco páginas después de leer el guion, vi cuán inteligente fue la interpretación de Paul sobre la historia de cómo Willy se convirtió en el Wonka que conocemos.
Interpretar a Willy Wonka es un gran reto, ya que es un personaje muy querido e icónico. ¿Sentiste la necesidad de rendirle homenaje a las versiones anteriores o quisiste hacerlo completamente tuyo?
—Es una gran pregunta. Creo que, sinceramente, hablando de Pure Imagination, esta es realmente una pieza complementaria de la película de Gene Wilder, y una especie de idea de quién habría sido cuando era un joven Willy Wonka, y Paul (King) puede hablar de eso mejor que yo. Pero por lo demás, ya sabes, cuando los personajes son tan queridos, la gente los protege mucho. Y Hugh también habla muy bien de esto. Lo que pasa es que la gente se muestra inmediatamente escéptica, y con razón. Pero cuando la historia, el guion y el concepto son tan inteligentes como lo que se les ocurrió a Simon y Paul, entonces la historia parece completamente justificada, ¿sabes?
Mientras creabas tu versión del personaje, ¿colaboraste con el director y le propusiste tus propias ideas para enriquecerlo?
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—Sí, sí, y esa es la hermosa diferencia entre hacer algo en una película en lugar de en el escenario o en vivo. Siento que estaba aportando mucho a toda la mezcla que ya había. No todo logró entrar, pero con un papel como este, y con un tono como este que es tan alegre y generoso, tienes que proponerlo. Y trabajar los días que trabajé con Olivia Colman (Mrs. Scrubitt) y Keegan-Michael Key (Jefe de la policía), y ver lo relajados que estaban, eso realmente me abrió, porque pensé: “Está bien, se están divirtiendo mucho”.
¿Cuál es el mensaje más importante para ti de esta película?
—Que todo lo bueno en este mundo inicia con un sueño. También quiero, como dijo Paul en la canción Pure Imagination, cambiar al mundo, no hay más. Y esa actitud optimista y positiva que tiene el joven Willie, donde no acepta un no por respuesta y se niega a renunciar a sus sueños.
¿Soñabas con hacer algo así, con abarcar todas las diferentes áreas en las que has trabajado?
—Sí, absolutamente. Quiero decir, nunca hubiera pensado que podría hacerlo así, con un director como Paul y este icónico elenco británico. Y sí, fue un desafío maravilloso.
Más allá del elenco, ¿qué tan importante fue colaborar con todo el equipo de producción, por ejemplo con James Taylor (encargado del departamento de música) y todo lo referente a la coreografía?
—Fue muy importante, ellos me ayudaron a cruzar la línea de meta. Y, ya sabes, Chris Gattelli, nuestro coreógrafo; Lindy Hemming, la diseñadora de vestuario; son el tipo de personas que están en la cima de su oficio y del negocio. Todo el equipo es maravilloso y se sintió como una gran película de unión británica, ya sabes, al igual que el equipo británico increíblemente talentoso que creó todo esto.
Y bueno, tuviste un gran reto, porque te tocó cantar Pure Imagination, la canción icónica de Willy Wonka y la Fábrica de Chocolate, de 1971…
—¡Es una locura! Esa canción me pone la piel de gallina, ¿sabes? Y sí, esas tres notas sin duda te llevan a alguna parte.
Tu actuación nos muestra lo bien que la pasaste en el set.
—Sí, fue como aprender a dejarse llevar, el tono de esta película fue muy generoso. Así que fue casi como si en los primeros días sintiéramos que estaba bien divertirnos.