La bomba puertorriqueña es un género musical que irradia una magia única y profunda que ha resonado a través de generaciones en la cultura de Puerto Rico. Es mucho más que simples ritmos y melodías; es una expresión cultural que conecta a la gente con su historia, su identidad y su espíritu colectivo. Eso es lo que sucedió el pasado viernes, 11 de agosto, fue una noche intercultural completa en el que el público pudo sumergirse junto a los sonidos, sabores y colores del mundo para sentir la riqueza musical afroantillana en la experiencia única que ofreció el Festival Tambuyéalo convirtiéndose en el evento más importante de la bomba puertorriqueña. Todo para celebrar el 20 aniversario de la organización sin fines de lucro y escuela de música y bailes afroantillanos, Taller Tambuyé, Inc., producido por Marién Torres e Isamel Hernández para Grupo Meyta.
La bomba es más que una manifestación musical pues sirve de vehículo para mantener viva la identidad cultural y la historia de Puerto Rico. Eso fue el Festival Tambuyéalo, un desfile de talentosos artistas que dieron vida a un fortalecimiento, propagación y evolución de nuestros géneros tradicionales y populares, con un poderoso mensaje de identidad, pertenencia y libertad. Una de las características más distintivas Tambuyéalo, es su enfoque en la colaboración y la fusión de géneros musicales y estilos artísticos. El festival fomenta la interacción entre músicos y artistas de diferentes orígenes, lo que da lugar a colaboraciones únicas que fueron muy sorprendentes, demostrando cómo las influencias culturales pueden converger y dar lugar a algo nuevo y emocionante.
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El abanico musical multicultural contó con la participación de El Laberinto del Coco dirigido por Héctor “Coco” Barez; Maracatú Caribe dirigido por Miosoti Alvarado; Atabal dirigido por Caymmi Rodríguez; Yubá Iré dirigido por Héctor Calderón; Los Pleneros de la Cresta; folkloristas y artistas invitados como el Maestro Tony Mapeyé, Daniel Díaz, Alexander López, Víctor Vélez, Nuno Calderón, Vilma Sastre, Leró Martínez, Emanuel Santana, Luis Omar Sanabria, John Butler, Gabylón Negrón, AMA, PJ Sin Suela e Hijo de Borikén, entre otros; y las agrupaciones dirigidas por Marién Torres López: Ausuba, Barrileras del 8M y Tambuyé; fueron acompañadas por los estudiantes de percusión y/o de baile del Taller Tambuyé. De esta manera logrando una poderosa alianza sin precedentes entre gestores y trabajadores de la cultura en Puerto Rico.
La noche fue una festiva, la música exquisita, las coreografías y el vestuario deslumbraron en tarima y el masivo público no paró de moverse al ritmo de la música afrocaribeña que acaparó la sede de este magno evento en Vivo Beach Club, Carolina.
“En 25 años de carrera nunca había presenciado un público tan grande en un evento puramente cultural, como el que se citó el pasado viernes en el Tambuyéalo. Sin duda nuestras tradiciones
culturales tienen el potencial y el nivel profesional para situarse en cualquier reconocido escenario de Puerto Rico y el mundo.” – comenta Marién Torres López quien junto a los 172 estudiantes de percusión y/o baile del Taller Tambuyé, entre las edades de 2 y 73 años, estuvieron ensayando por meses sin pausa, con mucha disciplina y entusiasmo para dar lo mejor de sí bajo la dirección de los instructores del Taller: Andrea Martínez de Telas Acrobáticas, Amalís Cintrón de baile de Salsa, Jorvian Santana de baile de Rumba, Héctor Calderón de percusión de Rumba, Héctor “Coco” Barez de percusión de bomba. Todo bajo el liderato, concepto y dirección de Marién Torres, también tallerista de baile y percusión de bomba y de plena puertorriqueña.
La noche fue una exaltación a nuestra herencia africana, a la solidaridad comunitaria, a la identidad caribeña y a las alianzas culturales. A través de este maravilloso evento para toda la familia, queda demostrada la valía de nuestras tradiciones como herramientas de cambio y empoderamiento de nuestro pueblo. Como muy bien comenta la directora, fundadora, coreógrafa e instructora del Taller Tambuyé, Inc., Marién Torres López: ¡LA CULTURA ES NUESTRA HERRAMIENTA, NUESTRA MEDICINA, NUESTRA FILOSOFÍA, NUESTRA TRINCHERA!
