La presentadora y actriz Dalia Naeem, de 29 años, se sometió a decenas de cirugías para parecerse a una Barbie.
La joven iraquí comparte en sus redes sociales los cambios físicos que va experimentando tras cada intervención quirúrgica. Los comentarios que reciben abundan, principalmente de gente que se muestra asombrada por cómo luce su rostro, y más aún, cuando la comparan con cómo se veía antes.
Su historia la publicó el portal The Mirror, que precisó que Dalia tiene un total de 43 cirugías estéticas. Poco a poco, ha ido mostrando sus cambios en sus cuentas de Instagram y TikTok.
Cada mes se hace rellenos de labios y retoques, además quiere seguir aumentando el tamaño de sus senos.
La mujer es muy reconocida en su país. Su caso es un ejemplo de cómo una persona puede cambiar su apariencia con los procedimientos estéticos de la actualidad. No obstante, hay un amplio sector que la ponen como espejo de las cosas que no deben hacerse con las cirugías.
Recomendados
TikTok: Las canciones más reproducidas en el mes de abril dentro de la plataforma
Tres películas aclamadas por su precisión histórica para disfrutar en streaming
“Baby Reindeer” en Netflix: ¿La historia de la miniserie ocurrió en la vida real?
Hay quienes aseguran que las cirugías estéticas deben ser para realzar y mejorar aspectos de tu físico, pero no para empeorar tu imagen, tal como, a juicio de muchos, ha hecho Dalia.
“Francamente, los rasgos son bonitos, pero mi consejo es que te vayas sin bullying ni nada, te juro que si aligeras un poco tus labios, te verás mejor, porque los rasgos son lindos pero prohibidos, lo arruinaste”, “eres hermosa”, “la cosa cuando es demasiado, es muy apestosa”, “te convertirás en un zombi en poco tiempo”, son algunos de los comentarios de los usuarios en la cuenta de Instagram de Dalia.
Psicología y cirugía estética
El portal Consejos de Tu Farmacéutico reseñó que las cirugías estéticas a veces esconden complejos y trastornos psicológicos que deben ser tratados.
En líneas de este medio, la psicóloga Amaya Terrón, explicó que las personas con adicción a las operaciones estéticas tienen ideas de perfección determinadas y dañinas, que les pueden generar ansiedad.
La especialista indicó que un médico responsable chequea los motivos del paciente antes deshacer la intervención quirúrgica, esto con el fin de evaluar su estabilidad emocional.
“Querer mejorar es algo saludable, algo que todos en cierta forma queremos, el problema es cuando nos queremos sentir distintos modificando nuestro aspecto”, expresó Terrón en este portal.