El panorama está lejos de aclararse para Jonathan Majors. Desde que estalló el escándalo por haber agredido a su nova en marzo, el futuro del actor de Marvel en la industria del entretenimiento pende de un hilo.
Ahora, “más de 40 personas” habrían dado fe de que el aspecto ‘abusador’ de Majors no es una cosa nueva ni se trata de un evento aislado, pues el actor sería una persona violenta desde hace al menos una década.
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De acuerdo con The Daily Beast, nueve de las fuentes aseguraron que el actor estranguló a una mujer con la que salía, y con la que era abusivo emocionalmente. La mujer no confirmó la historia a Rolling Stone, pero dos personas más dijeron que ella intentó dejar la relación en varias ocasiones, aunque se quedó en ella y siguió experimentando el comportamiento violento de Majors, quien “se llenaba de ira” y “necesitaba golpear una pared o algo de esa naturaleza”.
Además de ser abusivo física, mental y emocionalmente con sus parejas, algunas fuentes describen al intérprete de Creed III como “complicado, impredecible, y veces un hombre violento, que puede pasar de ser adorable a frío en un instante”. Este comportamiento es atribuido al actor por personas que lo conocen desde que estudiaba en la David Geffen School of Drama en la Universidad de Yale.
Los abogados de Majors respondieron
Ante esta nueva ola de información, el abogado del intérprete, Dustin A. Pusch, respondió a con la siguiente declaración (vía Daily Mail): “Jonathan Majors niega con vehemencia las falsas acusaciones de Rolling Stone de que abusó física, verbal o emocionalmente de alguien, y mucho menos de cualquiera de sus parejas románticas anteriores. Estas acusaciones se basan completamente en rumores porque ninguna de las parejas románticas a las que se hace referencia estaba dispuesta a comprometerse con Rolling Stone para el artículo, lo que demuestra su total falsedad”.
Con la misma comunicación, los defensores legales de Majors añadieron que Rolling Stone ignoró seis testimonios de exparejas de su cliente donde lo defendían de las acusaciones. A esto la revista respondió que sí buscó a las seis mujeres y tres dijeron que no habían aceptado que esos testimonios fueran revelados, mientras que otra dijo que el presunto testimonio no eran sus palabras, y otra se negó a responder.
