La industria del cine ha producido series escalofriantes basadas en historia reales de psicópatas y asesinos en serie, que causaron mucho miedo en la sociedad. Pese a conocer del trasfondo, muchas personas consumen este contenido, ya sea por curiosidad, relajación o una forma de conciliar el sueño.
Pero, esto último podría ser una alerta que revela el estado de la salud mental de los fanáticos de las series de crímenes y violencia, según una experta.
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Thelma Bryant Tenni, psicóloga especialista en terapia familiar, matrimonial y sexual, realizó investigaciones que le llevaron a la conclusión de que algunas personas disfrutan de programas de crímenes debido a que presentarían problemas mentales asociados a traumas o sucesos del pasado que no han resuelto.
“Si tu idea de relajarte antes de irte a dormir es ver tres episodios de la Ley y el Orden, entonces te animaría a pensar en: ‘¿por qué el trauma me relaja? Esto es lo que es. Daño, crimen, violación, ataques, y eso es lo que me va a calmar hasta la hora de dormir”, expresó la experta invitando a los internautas a reflexionar.
Pues para este público la violencia sería algo normal. Esto se debe a que la persona que experimentó episodios de maltrato confunde la calma con el aburrimiento, por lo cual, cuando se encuentra en este estado busca apaciguar la sensación consumiendo contenido de crímenes y sangre. Este es un mecanismo que el consumidor emplea para sentirse bien.
“Algunos de nosotros crecimos en situaciones de alto estrés, por lo que la gente confunde la paz con el aburrimiento. Y es como… al volver a la casa, tienes que apoyarte en la incomodidad porque se sentirá desconocido”, explicó Thelma Bryant.
Además, la psicóloga hizo un llamado a los aficionados de los programas basados en hechos reales de violencia a no consumir este contenido como si se tratara de una puerta hacia la paz, sino reprogramar la mente.
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