Tom Hanks ha sido uno de los actores más populares a lo largo de estos años, pues es difícil de olvidar a la persona que logró interpretar a ‘Forrest Gump’ (1994), la película que robó el corazón de muchos espectadores, o ‘Rescatando al soldado Ryan’ que se estrenó 4 años más tarde.
Una vez más, el actor de cine vuelve a las pantallas en ‘El peor vecino del mundo’ que se estrena el próximo 28 de diciembre, razón por la cual se encuentra en España. Durante una entrevista realizada en el hormiguero, Hanks explicó un poco sobre su personaje, un hombre que se encuentra “enfadado” con todo el mundo, pues según él “nadie cumple las normas”, mientras que su compañera Mariana Treviño es todo lo contrario, una chica “relajada” a la que todo le parece bonito.
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“Los actores somos egoístas”
Por otro lado, durante una charla difundida por el diario ‘El País’, Han s respondió una serie de preguntas entre las cuales resaltan su relación con su esposa y el comparar a su personaje de ‘Otto’ en ‘El peor vecino del mundo’.
En una de estas, se le cuestiona si al igual que Otto, en algún momento utilizó su trabajo como excusa para esconderse de la vida, a lo que el actor inmediatamente dijo que lo hace cada vez que puede.
“Claro. ¡Soy un actor! ¡Lo hago todo el rato! En cuanto se acerca una responsabilidad, la regateo soltando un ‘Lo siento, estoy trabajando, tengo que estar concentrado en mi papel’. Por eso trabajo en esto. En serio, te sientes frágil actuando, y a la vez es muy fácil desconectarse de quienes te rodean”, aseguró.
“El truco, si es que lo puedes llamar truco, es que no olvides que es un trabajo para vivir, no una vida en sí mismo. Haber tenido una familia es una experiencia magnífica en la vida, te resitúa. También es maravilloso estar por ahí dos o tres meses en un sitio completamente distinto, y volver a casa...” continuó diciendo.
Por otro lado, respondiendo a la misma pregunta, Tom Hank reveló que los actores en su mayoría son “egoístas” y que muchas veces necesitan ayuda para todo, pues según dice “no saben hacer nada”.
“Bueno, los actores somos insufribles, egoístas, paranoicos... ¡Somos así! No sabemos hacer nada, necesitamos ayuda para todo, y las conversaciones deben girar alrededor del “mí, mí, mí”, dijo entre risas.
