El estudiante de la Universidad del Sagrado Corazón (USC), Julián Rivera, quien le realizó una entrevista a la actriz Johanna Rosaly aseguró que no fue él quien filtró el video a los medios de comunicación.
Rivera realizó las expresiones en el programa radial La X, donde también solicitó a las personas que detengan las expresiones ofensivas contra la actriz Johanna Rosaly por la actitud que mostró en la entrevista que le realizó.
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“Nosotros no tenemos nada que ver con esta filtración”, expresó Rivera.
Según el joven estudiante de tercer año, este no tuvo acceso al contenido de la entrevista debido a que este fue trabajado por una compañía fuera de la universidad que contrató para realizar el trabajo de producción.
“Esto es un material que en ese archivo hay muchas personas, la chica y yo no tuvimos nada que ver con que el video se filtrara, eso me sorprendió muchísimo, yo iba de camino a WIPR a realizar mi programa radial cuando me comenzaron a llegar mensajes y llamadas de personas...”, explicó.
La Universidad del Sagrado Corazón (USC) comenzó un proceso de investigación sobre la entrevista que unos estudiantes realizaron a la actriz Johanna Rosaly y que fue filtrada a un programa de televisión.
En un comunicado publicado por la propia institución, la vicepresidenta de Asuntos Académicos de la USC, Dra. Anuchka Ramos-Ruiz, asegura que las acciones no son cónsonas con los “principios éticos de la institución”.
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“La Escuela de Comunicación Ferré Rangel (ECFR) se ha distinguido por formar comunicadores fieles a los más altos principios éticos, comprometidos desde su gestión profesional y personal con el desarrollo de comunidades de justicia y paz, como dicta la misión de nuestra Universidad. El currículo de la ECFR integra cursos y experiencias prácticas para fomentar en el estudiantado el dominio del sentido ético, la justicia social y el cuestionamiento crítico. Por esta razón, junto a nuestra facultad, exigimos rigurosamente que nuestros alumnos y alumnas modelen tales conductas tanto en su gestión profesional como personal”, lee el comunicado.
La actriz Johanna Rosaly dio su versión de lo ocurrido con dos jóvenes estudiantes de la Universidad del Sagrado Corazón (USC) que la citaron para realizarle una entrevista como parte de un proyecto de una clase de periodismo.
Según explicó la actriz, esta corrigió a los estudiantes y pidió que detuvieran la entrevista para que no les quitaran puntos por haber mencionado incorrectamente su nombre y por haberla tratado de “tú” en lugar de usted.
Del mismo modo, en un hilo publicado en la red social Twitter, Rosaly indicó que llegó a tiempo a su cita con los estudiantes, sin embargo, estos no se presentaron a la hora acordada y que además no le habían indicado que la entrevista sería grabada en video.
“Cuándo la entrevistadora me presentó a cámara pronunció mal mi nombre y pedí que detuvieran la grabación para corregirlo, pensando que le habrían de quitar puntos en la nota por el trabajo de clase si no pronunciaba correctamente el nombre de su entrevistada”, escribió.
“Yo sé cuál es mi nombre y cómo se pronuncia, y en la vida cotidiana no me importa que se pronuncie mal porque entiendo que no es un nombre sencillo. Sólo pensé en la nota que iba recibir la joven estudiante. Por eso pedí que detuvieran la cámara. Pero no la detuvieron. Igualmente, en la 2da. entrevista para el proyecto de clase cuando el joven Julián comenzó tuteándome pedí que detuvieran la cámara para explicarle que a cualquier entrevistado que fuera tan marcada mente mayor que él como lo era yo, debía tratarlo de usted”, añadió la actriz.
El video de la entrevista fue publicado en el programa de “La Comay” en TeleOnce, luego de que los propios estudiantes suministraran la entrevista sin editar, acto que también fue criticado por la actriz.
“Tristemente, uno o varios de los involucrados en el proyecto de clase percibió humillación donde solo hubo consejos, y tomando un material grabado sin mi consentimiento (yo había pedido detenerlo para protegerlos a ELLOS), lo filtró al programa más nefasto de nuestra TV. El resto ya se conoce: diez minutos de viciosa maledicencia de parte del titiritero y su alcahuete, y un febril debate sobre urbanidad y buenas formas de periodismo vs. el derecho juvenil al tuteo universal y la defensa “porque son jóvenes” del errar sin ser corregidos”, expresó.