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Solo una semana de diferencia divide el día de la muerte de Lady Di y la reina Isabel II

Esta coincidencia ya es calificada por muchos como un mensaje.

Este jueves 8 de septiembre de 2022 murió la reina Isabel II, ocho días después de la fecha de muerte de Lady Di.
Reina Isabel II y Lady Di EFE Archivo

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Un detalle ha causado todo tipo de comentarios tras el fallecimiento de la reina de Reino Unido, que se dio este 8 de septiembre de 2022, pues ocho días antes, el 31 de agosto, se conmemoraron los 25 años de la muerte de Lady Di, la princesa de Gales. De esta manera, solo una semana separará la conmemoración de dos fechas claves para los ingleses.

Diana Spencer falleció en 1997 tras un accidente automovilístico en el interior del túnel del Alma, en París (Francia). El hecho generó gran conmoción mundial debido a que la exesposa del ahora rey Carlos III se había ganado el cariño de miles de personas gracias al carisma y cercanía que mostraba.

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El pasado miércoles 31 de agosto decenas de personas se acercaron de nuevo a su tumba para recordarla tras 25 años de su muerte, sin pesar que una semana después estarían lamentando la muerte de la reina.

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Murió Isabel II

Eran las 12.30 hora local de este jueves cuando el Palacio de Buckingham emitía un comunicado inquietante. En apenas dos frases, recogían la “preocupación” de los doctores por su estado de salud y anunciaban que la colocaban bajo vigilancia médica.

En solo unos minutos comenzaron a llegar a Balmoral los familiares más cercanos a la reina, comenzando por su hijo el ahora soberano, y el nuevo príncipe heredero, Guillermo.

Ya era evidente que el desenlace fatal se aproximaba. A las 18.30 hora local llegó la confirmación: “La Reina murió en paz en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana”.

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De forma instantánea, se activó la cuidada maquinaria que se lleva preparando desde hace años para esta ocasión. El Palacio de Buckingham puso su bandera a media asta, mientras un sirviente colgaba en las rejas del complejo la preceptiva notificación oficial del deceso.

La primera reacción oficial llegó, como estaba estipulado, a través del nuevo rey, Carlos III, quien lloró a “una soberana querida y una madre muy amada”.

”Sé que su muerte será muy sentida en el país, los territorios y la Commonwealth, y por infinidad de gente en todo el mundo”, dijo en un comunicado.

Casi en paralelo, la nueva primera ministra, Liz Truss, comparecía emocionada en la puerta de Downing Street, el mismo lugar desde donde hace sólo dos días se había dirigido a la nación por primera vez como jefa de Gobierno.

”A principios de esta semana, a los 96 años, se mantuvo decidida a cumplir con sus deberes cuando me nombró como su decimoquinta” manifestó la jefa de Gobierno del país.

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