Los hermanos Jesse & Joy acumulan una carrera llena de éxitos, de buena música y de premios. Jesse Eduardo Huerta Uecke, nacido en 1982, y Joy Tirsa Huerta Uecke, nacida en 1986, ambos en Ciudad de México, crecieron en una familia cristiana y fueron criados con la rigurosidad de dos padres pastores.
La muerte de su padre, Eduardo Huerta, es uno de los momentos más complejos que han vivido hasta el momento. Del tema hablaron en una entrevista con el periodista Yordi Rosado.
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El papá de los dos artistas murió hace 10 años y su mamá, estadounidense, se mudó a México hace 40 años
Su padre era cristiano evangélico y ellos crecieron viendo cómo ayudaba a la gente con problemas, incluso por encima de su familia. “Le encantada ayudar a la gente, incluso más que a su familia”, contaron durante la conversación en la que Jesse se tomó un trago de tequila y Joy un té.
“No teníamos una familia perfecta (...) Mi papá peleaba con muchos demonios internos (...) Creo que al final algo bueno se nos fue quedando como la integridad”, confesó Joy al señalar que hubo cosas incongruentes como por ejemplo el hecho de dejarlos solos muchas veces siendo unos niños para ayudar a otros con sus problemas.
“Papá y mamá dedicaban su vida a la iglesia, dedicaron su vida a ayudar, pero nos llevaban a todos lados, yo reprobé un año por inasistencias (…) A veces nos dejaban solos”.
“Mi papá nos trajo buenas cosas dentro de su extremismo, que fue por haber estado en el ojo de la iglesia (…) A los dos nos tocó cinturonazos”, relató Jesse.
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Gracias a su papá crecieron escuchando a grandes artistas mexicanos.
“A mí papá le encantaban los Panchos, Pedro Infante. Nuestro papá era tan fans de Pedro Infante que nos decía que era nuestro abuelo, y nosotros dijimos en la escuela que nuestro abuelo era Pedro Infante”, relataron, al revivir las risas que eso provocaba en sus compañeros de clases y maestros.
Jesse empezó tocando la batería en la iglesia. Tenía como 7 años y le dijo a su papá que quería tocar la batería. Veía a su hermana cantado sola en su cuarto. Le cantaba a sus juguetes.
“Mi voz no me gustaba compartirla, sentía que era tan íntimo, tan personal”, recordó Joy, quien confiesa que nació con un oído muy privilegiado.
“Papá era nuestro critico más severo”
“Papá era nuestro crítico más severo y cada vez que terminábamos nos daba sus opiniones. Nuestro papá nos acompañó a nuestra primera vez en los Grammys”, relataron entre lágrimas.
“Le regalé a mi papá un reloj que nos dieron en los Grammys”, contó Jesse.
Jesse comentó que a su papá le habría encantado verlos en Viña del Mar, en Chile.
“El escenario que me habría gustado que papá nos viera fue Viña del Mar y literal tocamos a unos meses de haberlo perdido, sabíamos que papá desde el cielo nos estaba echando un guiño”.
El señor Eduardo Huerta vivió durante 30 años con diabetes.
Murió de forma repentina estando en la calle. Los hermanos tomaban entonces unas vacaciones por separado luego de tres años de gira, y Jesse los llevaría a conocer Disney, mientras que Joy había viajado a Estados Unidos para pasar la Navidad.
“Él estaba en la calle y hasta la fecha no sabemos exactamente qué es lo que fue, fue fulminante, él literalmente cayó muerto”.
Un señor al otro lado del teléfono les dijo que su papá acababa de sufrir un accidente. Jesse montó a sus hijos y su esposa, junto a su mamá, y corrieron en coche hasta el lugar donde yacía muerto su papá.
“Mamá le pegaba desesperada al asiento del coche, era viernes, nos volamos 15 semáforos”, recordó entre lágrimas.
“Tu papá tuvo un shock”...
Cuando llegaron, el cuerpo de su papá había sido acordonado con unos carteles de publicidad.
Pero pese a lo duro del momento, Jesse confesó que sintió paz porque se algún modo se cumplió el deseo de su papá de tener una muerte rápida, sin sufrimiento.
“Mi papá tenía una sonrisa y pensé papá te saliste con la tuya, fue rápido...”.
¿Cómo le digo a mi hermanita menor que papá ya no está?, fue una de las preguntas que se hizo.
“Mi Joy es que papá ya no está, fue la única manera que se me ocurrió… Se murió”. El momento es recordado por ambos hermanos embargados por el llanto.
“Papá siempre dijo que cuando él partiera que celebráramos porque iría a ese lugar que tanto presumió (…) Dentro de lo triste y lo doloroso que es la muerte lo celebramos por lo que fue su vida”.