Sabían que no iban a ver otro amanecer para ganar el campeonato. Ambos equipos vinieron empaquetados con el orgullo por sus universidades y defendidos por su fanaticada. A la larga venció el que menos cometió errores y pudo beneficiarse de las debilidades de su rival en los momentos de mayor precisión.
Los Tarzanes de la Universidad de Puerto Rico (UPR) de Mayagüez (en el pasado Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas, CAAM) ganaron su primer campeonato en los últimos diez años en cinco parciales: 25-28-26, 22-25, 19-25, 25-18 y 15-13. El momento se vivió en el coliseo Roberto Clemente durante el San Juan Championship de la Liga Atlética Interuniversitaria.
Su entrenador y colegial, Alexis Matías, tuvo una reacción de orgullo por su equipo, que en su mayoría está en segundo año de universidad y estuvo trabajando en el engranaje del juego toda la temporada.
“Traté de mantenerme lo más sentado que pude para poder controlarme”, dijo Matías, que es conocido por su apasionamiento en la cancha y en el segundo partido se llevó una tarjeta roja por el árbitro principal.
“Somos muchos exatletas y una familia colegial. Eso nos dio mucho ánimo. Agradecemos a todos ellos por llevar con orgullo la sangre verde. Seguiremos aprendiendo para seguir sumando a la universidad el próximo año”, añadió el Dirigente de Mayagüez.
En el primer parcial estuvo picante. Ambos equipos estuvieron usando todas sus capacidades. El que resistió a la fuerza, la velocidad y la capacidad de transformación ganó el primer parcial, 28-26.
La competitividad siguió intensificando en cada bando de la cancha. Cada equipo sacando su artillería. La Politécnica sacó la cría de castor para balancear el partido en parciales 25-22 y hacer del encuentro uno nuevo.
“Este sentimiento es el más que yo he querido en mi vida. Fui subcampeón nacional demasiadas veces. Ya estaba loco por romper esa racha. Por fin se me dio ser campeón nacional de todo Puerto Rico”, dijo Velázquez, quien era el foco de atención de los jugadores de la Politécnica por el poder que tiene en su mano zurda. Este fue escogido el jugador más valioso de la temporada.
La UPR de Mayagüez tuvo una tendencia de errores en el tercer parcial. Pareció que las emociones lo estaban traicionando, ventajas que supieron usar los Castores a su beneficio para llevarse la ventaja, 25-19.
“Esto es un honor. Mi equipo estuvo para mí. Amo a todos mis compañeros del equipo. Se siente bien, a pesar de que la Politécnica trabajó para mí. La victoria es en colectivo”, dijo el gemelo fraterno de Stephany, que se llevó para su casa la medalla de plata con las Delfinas de la Universidad del Sagrado Corazón a primera hora.
Todo iba cogiendo sentido para los Castores. Su batucada estaba sonando como las campanas en los villancicos de Navidad. Todo era armonioso para el sexteto que representa a una institución con 60 años de aportación a la sociedad graduando profesionales. Un viraje de 360 grados cambió la historia a favor de los Tarzanes de Mayagüez. Estos impusieron su bloqueo y mejoraron en su ofensiva, paralizando la maquinaria castora, 25-18, y provocaron el quinto y último parcial del encuentro.
El camino al desenlace del partido inició con intercambios de puntos. La UPR de Mayagüez obligó al cambio de cancha ganando 8-7. Estos siguieron consistentes imponiendo su carácter en el juego para ganar su primer campeonato desde la temporada 2014-2015 con un parcial final de 15-13.
Para los Castores de la Politécnica es la primera medalla en la historia de la LAI.

