Los Yankees de Nueva York volvieron a encender la mística de octubre al eliminar a sus eternos rivales, los Medias Rojas de Boston, con una victoria 4-0 en el Juego 3 de la Serie del Comodín de la Liga Americana.
Con el triunfo, sellado en una noche cargada de historia en el Yankee Stadium, los Bombarderos del Bronx avanzaron a la Serie Divisional, donde enfrentarán a los Azulejos de Toronto a partir del sábado.
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El héroe de la jornada fue el novato Cam Schlittler, quien brilló en su debut en postemporada con ocho entradas en blanco y 12 ponches, estableciendo un nuevo récord para un debutante de los Yankees en playoffs. El derecho de 24 años, oriundo de Walpole, Massachusetts, lanzó 107 pitcheos —75 de ellos en zona de strike— y alcanzó las 100 millas por hora en 11 ocasiones, demostrando que la presión no le pesa.
El dirigente Aaron Boone no escatimó elogios: “Ha nacido una estrella esta noche. Es un chico especial, con temple y confianza. No tiene miedo”.
Rally decisivo y errores costosos
La ofensiva de Nueva York se encendió en el cuarto episodio, cuando un doble de Cody Bellinger —producto de un error de cálculo del jardinero central Ceddanne Rafaela— abrió la puerta para un rally de cuatro carreras.El dominicano Amed Rosario trajo la primera con un sencillo al derecho, seguido por un hit de Anthony Volpe que amplió la ventaja. Luego, un rodado de Austin Wells fue malfildeado por Nathaniel Lowe, lo que permitió la entrada de dos carreras adicionales.
La blanqueada de los Yankees coincidió con el 47.º aniversario del jonrón de Bucky Dent, aquel batazo legendario que en 1978 selló un desempate divisional ante Boston. Además, marcó la primera vez desde 2003 que Nueva York elimina a su archirrival en postemporada, rompiendo una racha de tres enfrentamientos consecutivos ganados por los Medias Rojas (2004, 2018 y 2021).
Con la victoria, los Yankees también se convirtieron en el primer equipo en la historia del formato de comodín (implementado en 2022) en ganar una serie tras perder el primer juego.
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La defensa también dejó su sello. En el octavo episodio, el antesalista Ryan McMahon protagonizó una jugada espectacular al lanzarse hacia el dugout visitante para atrapar un elevado de foul, evocando los días de Derek Jeter.
“Cuando los juegos importan tanto como este, significa mucho más”, dijo McMahon.
El sábado comenzará una nueva prueba: una Serie Divisional frente a los Azulejos de Toronto, campeones de la División Este. Ambos equipos terminaron la temporada con récord de 94-68, pero el desempate favoreció a Toronto por dominio en la serie particular.
“Sabíamos lo que teníamos por delante”, comentó Aaron Judge. “Boston nos había dominado en la temporada regular, pero este grupo es resiliente. Esto es solo el primer paso”.
Con su pitcheo encendido, defensa afinada y un clubhouse cargado de confianza, los Yankees dan un golpe de autoridad en octubre y reafirman que su misión sigue intacta: volver a la Serie Mundial.