Jalen Brunson emergió de los vestuarios con una pierna lesionada. Caminó hacia la cancha y desató la locura en el Madison Square Garden, tal como Willis Reed lo había hecho hace exactamente 54 años.
En medio de un coro que pedía su nombramiento como el Jugador Más Valioso, Brunson trató de olvidarse del dolor en el cuerpo y del ruido que lo rodeaba, mientras calentaba en el intermedio.
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“Fue realmente agradable oír esto, pero yo sabía simplemente que debía concentrar mi mente en lo adecuado, para saber cómo iba a atacar en la segunda mitad”, refirió Brunson.
Brunson regresó tras una lesión en el pie derecho para anotar 29 puntos, incluidos 24 en la segunda mitad, con lo cual guio el miércoles a los Knicks de Nueva York a una victoria de 130-121 sobre los Pacers de Indiana, ampliando a 2-0 la ventaja en las semifinales de la Conferencia Este.
Brunson se quedó cerca de ser el segundo jugador en la historia de la NBA en anotar 40 o más puntos en cinco partidos consecutivos de playoffs, pero los Knicks avanzaron a la mitad del camino hacia su primera aparición en las finales de la Conferencia Este desde 2000.
OG Anunoby agregó 28 puntos, el máximo número de su carrera en los playoffs, antes de salir con una lesión en el tendón de la corva izquierda en el tercer cuarto para los Knicks, que ya han perdido a tres jugadores clave para el resto de la temporada por lesiones.
Donte DiVincenzo anotó 28 puntos y Josh Hart totalizó 19 puntos, 15 rebotes y siete asistencias para los Knicks, segundos preclasificados.
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Tyrese Haliburton sumó 34 puntos, nueve asistencias y seis rebotes para los Pacers, que terminaron el partido sin su entrenador Rick Carlisle después de recibir dos faltas técnicas y ser expulsado.
Los Pacers encestaron 15 de 22 tiros en el segundo cuarto, superando a los Knicks 37-27 para tomar una ventaja de 73-63, pero dispararon sólo 10 de 17 (59%) desde la línea de tiros libres.
Los Knicks rindieron homenaje a Reed. Su camiseta número 19 y la de su compañero de equipo en el Salón de la Fama, Walt Frazier, fueron iluminadas por los reflectores, en medio de una ovación.
En el séptimo partido de las Finales de 1970, Reed entró a la cancha para guiar a los Knicks a su primer título, pese a una lesión grave en un muslo.
La serie continuará en Indiana para el tercer juego el viernes y el cuarto el domingo.