Josh Allen ha enseñado sus dos caras en lo que va de la incipiente temporada. En el primer partido, el quarterback de los Bills se mostró como el jugador con más pérdidas de balón en la NFL desde 2018 al entregar cuatro veces la posesión en la derrota ante los Jets. Menos de una semana después se vio como el eterno candidato a MVP con una actuación de tres pases de touchdown y 84% de sus pases completos en el triunfo ante Las Vegas.
¿Cuál Josh Allen se presentará el domingo en la visita de Buffalo a casa de los invictos Commanders?
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Los Bills (1-1), ganadores del título del Este de la AFC las últimas tres temporadas, tienen registro de apenas 30-21 cuando Allen entrega un balón, y la marca cae drásticamente a 10-14 cuando los errores se producen en la segunda mitad de los partidos. Ante un invicto equipo de Washington (2-0) que ya tiene cuatro robos en la actual campaña, Allen no tiene margen para el error.
Los Commanders buscan su primer inicio de 3-0 desde 2005 de la mano de un revitalizado ataque y la dupla defensiva Montez Sweat y Jonathan Allen, cuyas 20 presiones de quarterback son la quinta mayor cantidad en toda la NFL para un par de compañeros.
La defensiva de Washington, sin embargo, ya había dado muestras de su talento en temporadas anteriores, ubicándose entre las siete mejores en dos de las últimas tres campañas. La diferencia en esta ocasión es un ataque que promedia 27,5 puntos por encuentro, gracias en buena medida al inexperto pasador Sam Howell, quien no conoce la derrota en tres inicios como profesional.
Howell tendrá ante sí la tarea de seguir el paso de una potente ofensiva, siempre que Allen muestre su mejor cara. Pero será responsabilidad de la defensiva de Washington asegurarse de ver el peor lado del quarterback de los Bills.
“Se trata de uno de los equipos élite que vienen a casa, y tenemos que estar preparados, tenemos que entrenar, prepararnos, estar listos y darnos una buena oportunidad para ver en dónde estamos parados”, dijo el coach de los Commanders Ron Rivera.
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STEELERS (1-1) en LAS VEGAS (1-1)
Desde donde se le mire, la ofensiva de los Steelers resulta, bueno, pues, ofensiva. Y no de buena manera. Son penúltimos de la liga en yardas, tienen apenas dos touchdowns en dos partidos, son últimos de la NFL en primeros y diez y tiempo de posesión, se ubican en el lugar 31 entre 32 equipos en acarreos y tienen apenas dos viajes a las últimas 20 yardas del rival.
Pero Pittsburgh, de alguna manera, ya tiene un triunfo esta campaña, y esa victoria tiene la firma de su defensiva por todos lados.
El lunes por la noche ante Cleveland, los Steelers se convirtieron en el primer equipo desde los Patriots de 2019 en registrar seis capturas, cuatro robos de balón y dos touchdowns defensivos en el mismo encuentro. Además, los linebackers T.J. Watt y Alex Highsmith se convirtieron en la primera dupla en lograr un derribo de quarterback y un touchdown en el mismo partido desde 1982.
Si los problemas para el quarterback Kenny Pickett continúan, la única esperanza de los Steelers el domingo por la noche en Las Vegas es replicar la fórmula.
Los Raiders no son precisamente un ejemplo de producción ofensiva, se ubican antepenúltimos de la NFL yardas totales, puntos totales, intentos de pase y yardas terrestres, además de acumular cuatro pérdidas de balón. Pero cuando se tienen armas del calibre del receptor Davante Adams y el running back Josh Jacobs, un cambio de rumbo puede llegar en cualquier momento.
El primer punto en la agenda de los Raiders es el cuidado del balón. Las Vegas perdió tres veces la posesión del ovoide en la derrota de 38-10 ante Buffalo la semana pasada. Y aunque el quarterback Jimmy Garoppolo no ha sido capturado en lo que va de temporada, tampoco ha recibido mucho apoyo de su ofensiva terrestre, como lo dejan en claro las -2 yardas que acumuló Jacobs en apenas nueve intentos ante los Bills.
COWBOYS (2-0) en ARIZONA (0-2)
La buena noticia para Dallas es que la semana pasada se convirtieron en apenas el quinto equipo en la era del Super Bowl en anotar al menos 70 puntos y permitir 10 o menos en sus primeros dos compromisos de campaña, uniéndose a los Patriots de 2019, los Lions de 1970, los Raiders de 1967 y los Oilers de 1966. La mala noticia es que ninguno de ellos ganó el Super Bowl y sólo los Raiders llegaron al duelo por el campeonato.
Pero los Cowboys buscan dejar de momento la historia en donde pertenece y enfocarse en el presente. Después de un par de exhibiciones defensivas en las que han robado siete balones, han permitido apenas un touchdown y acumulan 10 sacks, buscan en los Cardinals a su siguiente víctima.
De acuerdo con las casas de apuestas, Arizona no es favorito en ningún partido esta temporada y la semana pasada dejaron ir una oportunidad de oro de echar por la borda esa estadística, cuando desperdiciaron una ventaja de 21 puntos en la segunda mitad.
EL RESTO DE LA SEMANA
La tercera jornada de temporada regular comienza el jueves con los Giants (1-1) en San Francisco (2-0).
La acción continúa el domingo con los siguientes encuentros: Titans (1-1) en Cleveland (1-1); Falcons (2-0) en Detroit (1-1); Saints (2-0) en Green Bay (1-1); Broncos (0-2) en Miami (2-0); Chargers (0-2) en Minnesota (0-2); Patriots (0-2) en NY Jets (1-1); Texans (0-2) en Jacksonville (1-1); Colts (1-1) en Baltimore (2-0); Panthers (0-2) en Seattle (1-1);y Bears (0-2) en Kansas City (1-1).
La semana concluye el lunes con dos partidos. A primera hora, los Eagles (2-0) visitan Tampa Bay (2-0) en el único duelo entre equipos invictos de la jornada; Filadelfia (+4) y los Buccaneers (+5) se encuentran entre los tres primeros lugares en margen de robos de balón. Posteriormente, los Rams (1-1) viajan a Cincinnati (0-2); el coach de Los Ángeles Sean McVay tiene registro de 3-0, incluida la postemporada, cuando enfrenta a su exasistente y entrenador en jefe de los Bengals Zac Taylor. La participación del quarterback de Cincinnati Joe Burrow está en duda por una lesión en la pantorrilla.
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El periodista de Associated Press Stephen Whyno contribuyó con este despacho.