MANILA (AP) — El Trofeo Naismith forma parte del paquete de premios para los campeones de la Copa Mundial de baloncesto. El mismo fue paseado por todas partes durante las últimas semanas, incluyendo una parada en Las Vegas, donde el escolta estadounidense Tyrese Haliburton pudo verle de cerca.
Haliburton entendió la misión: “Fue bonito verlo. Será más lindo traerlo a casa”, dijo.
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La oportunidad para las 32 selecciones de alcanzar ese objetivo comenzará el viernes, cuando el torneo levante el telón en Filipinas, Indonesia y Japón.
Estados Unidos busca redimirse tras el papelón del séptimo lugar — su peor resultado — en el más reciente Mundial, el de China 2019. Y en noviembre fueron desbancados — por primera vez en 12 años — de la cima del ranking.
Aún así, el único plantel con 12 jugadores de la NBA en esta Copa Mundial vuelve a cargar el cartel de favorito. Cualquier cosa que no sea colgarse la medalla de oro será descrita como un fracaso.
“Vamos a dar pelea. Vamos a jugar con todo el vigor que tenemos. Vamos a tratar de ganar una medalla de oro”, dijo el entrenador estadounidense Steve Kerr. “De lo contrario, sabemos que nos van a criticar muchísimo y lo entendemos. Pero nuestra actitud es que estamos en un torneo entretenido, que somos unos afortunados de poder competir y saber que se hizo todo lo posible”.
La lista de aspirantes al título es amplia.
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Francia cree que tiene lo necesario para llevarse el oro, luego de quedarse con el bronce en China 2019, la plata por detrás de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Tokio hace dos años, y la plata tras caer ante España en la final del EuroBasket el año pasado.
Eslovenia cuenta con Luka Doncic, tal vez el mejor jugador en el uno contra uno en el torneo y estrella de la NBA con Dallas.
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Canadá presente un elenco con muchos NBA, encabezado por Shai Gilgeous-Alexander. Australia apela a la veteranía de Patty Mills y Joe Ingles. Y ahí España, los defensores del título.
Pero no le mencionen ese término al entrenador español Sergio Scariolo.
“La verdad es que detesto la definición de defender algo", dijo Scariolo. “No estamos defendiendo nada. Todos empiezan desde cero. Todos estamos 0-0. Estamos orgulloso de haber superado las expectativas en los últimos torneos y ganando títulos que nadie se esperaba”.
El torne arranca el viernes y se anticipa algo histórico en el primer día.
Los organizadores locales calculan que más de 40.000 estarán presentes en Manila cuando el equipo local enfrente a la República Dominicana Karl-Anthony Towns. Esa concurrencia destrozará el previo récord en un mundial, fijado cuando 32.616 presenciaron el triunfo de Estados Unidos ante Rusia en Toronto en 1994.
“Es una cuestión de disfrutar la oportunidad”, dijo Chot Reyes, el entrenador del equipo filipino. “¿Quién es bendecido con esta oportunidad de dirigir a tu selección en un torneo de semejante magnitud en tu terruño. Sé que hay mucha gente que critica, pero siempre prefiero recordar que esto es algo especial. Con eso basta para mí. Es suficiente para nosotros”.
Las eliminatorias para este Mundial comenzaron hace dos años, con 80 equipos nacionales. Los 32 que se clasificaron fueron repartidos en grupos de cuatro; y los dos primeros de las ocho llaves avanzarán a la segunda ronda.
Algunos saben perfectamente que deberán desbaratar los pronósticos para avanzar.
Cuando al venezolano David Cubillán le preguntaron sobre cómo defender a Doncic, su rival el sábado, respondió sin tapujos: “Necesitas ponerte a rezar”.