LOS ÁNGELES (AP) — Wyndham Clark siempre lleva el mensaje que le dio su fallecida madre de “jugar en grande”. Nada fue más grande que este domingo cuando dejó atrás a Rory McIlroy con un tiro clave tras otro para convertirse en campeón del Abierto de Estados Unidos.
El acto final fueron dos putts de 60 pies en el hoyo 18 en el Country Club de Los Ángeles. El golfista de 29 años agitó el puño cuando quedó a un pie distancia. Empujó la bola dentro para terminar con 70 golpes para par y superar por un golpe a McIlroy y muchas otras estrellas.
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Scottie Scheffler, el número uno del mundo, no pudo alcanzarlo. Tampoco el campeón del Abierto Británico Cameron Smith y Rickie Fowler, quien jugó en el último grupo por tercera vez en un major y pudo ver la exquisita actuación de Clark, quien llegó al fin de semana en un major por apenas tercera ocasión.
Clark mostró sus emociones al final y volteó al cielo entre lágrimas, se cubrió la cara con la gorra mientras lloraba en el green.
Hace diez años pensó en retirarse del golf mientras batallaba para superar la muerte de su madre, Lise, por cáncer de mama. Clasificó a un major por primera vez hace dos años y ahora tiene dos victorias en seis semanas, y se vienen más grandes momentos.
Para McIlroy fue otra gran decepción. Inició con un birdie y no tuvo otro el resto del día. Se sostuvo cuando Clark comenzó a flanquear, pero McIlroy falló en los fairways y no logró ningún putt como le ocurrió el verano pasado en el Abierto Británico en St. Andrews. Cerró con una ronda de 70.