Todd Boehly se atrevió a pronosticar una victoria 3-0 de Chelsea en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid.
Chelsea sucumbió mansamente 2-0 al visitar la capital española. Ahora, el codueño del club inglés debe cruzar los dedos por una victoria con al menos ese margen cuando los equipos vuelvan a medirse el martes.
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Cualquier resultado inferior a ese y la aciaga temporada de Chelsea irá de mal en peor.
La Liga de Campeones representa la tabla de salvación para que el club de Londres obtenga un título en el primer año tras la adquisición por parte de Boehly y el fondo Clearlake Capital, y esencialmente la única manera de clasificarse a la próxima edición del torneo europeo.
El pronóstico de Boehly la semana pasada, pronunciado cuando alguien se le acercó a hablarle en las calles de Madrid, estuvo muy desacertado y en sintonía a una campaña en la que nada le sale bien a Chelsea.
Los goles de Karim Benzema y Marco Arsensio dejaron al Madrid con una buena ventaja en la eliminatoria y sólo una increíble reacción de los anfitriones en Stamford Bridge impediría a los actuales campeones avanzar a las semifinales por 11ma ocasión en 13 temporadas.
El técnico del Madrid, Carlo Ancelotti, advirtió el lunes que su equipo no puede darse el lujo de menospreciar a un rival que “no está en un buen momento”.
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“Los jugadores lo saben perfectamente. El año pasado tuvimos un partido muy complicado en la vuelta (en Madrid), sufrimos muchísimo y puede que volvamos a sufrir en Stamford Bridge”, dijo Ancelotti. "Nos exigirá el mejor partido posible”.
Pero la realidad es que Chelsea no da muestras de tener el nivel necesario para tumbar al Madrid, cuyas 14 consagraciones le tienen como el club más laureado en la historia de la Copa de Europa.
Desde que Boehly y Clearlake pagaron el año pasado unos 3.000 millones de dólares al oligarca ruso Roman Abramovich para adquirir a Chelsea, han despedido a dos técnicos y se han gastado 630 millones en fichajes en un plantel que no engrana y carece de un goleador prolífico.
Los hinchas del club observan impávidos el declive de un club que se acostumbró a ganarlo todo con Abramovich, incluyendo la Liga de Campeones de 2021.
Boehly fue captado manteniendo una charla con un aficionado en Stamford Bridge el sábado cuando Chelsea sufrió otra derrota, por 2-1 ante Brighton.
“Los aficionados expresan su fervor", dijo el técnico interino Frank Lampard el lunes. “No creo que los dueños o cualquier otro involucrado en Chelsea esperaría otra cosa que no sea un fervor completo para que las cosas salgan bien en este club”.
“Hemos tenido la suerte de ser muy exitosos durante varios años, los últimos 20 años, y eso significa que la gente quiere más", añadió.
Tras revelarse que Boehly entró el vestuario luego de la derrota contra Brighton, Lampard señaló que no le molesta que el dueño se pronuncie frente a los jugadores tras los partidos.
“Cuando un dueño está bien comprometido en el equipo y quiere ayudar y que mejores, es su derecho decir lo que quiere”, indicó.
Lampard no ha podido ser el revulsivo que pretendían tener tras el despido de Graham Potter a comienzos de mes. Chelsea ha perdido los tres partidos que ha dirigido, con apenas un gol anotado.
Mientras Chelsea sucumbía ante Brighton, el Madrid calentó motores en Cádiz con una victoria 2-0 en un partido en el que Ancelotti pudo rotar titulares pensando en la Champions.
Vinicius Junior y Toni Kroos no jugaron ante Cádiz, mientras que Rodrygo y Luka Modric jugaron menos de los 90 minutos. Benzema fue de los pocos que disputó el partido completo.
“No nos sentimos los reyes de esta competición. La historia dice que el Real Madrid es el rey y nosotros sólo somos una pequeña parte de la gran historia de este club que ha sido capaz de ganarla 14 veces", dijo Ancelotti. "Nos gustaría agrandar esta historia tan grande intentando ganarla”.
