TEMPE, Arizona, EE.UU. (AP) — Los Cardinals de Arizona destituyeron al entrenador Kliff Kingsbury y al gerente general Steve Keim después de una temporada aciaga en la que ocuparon los titulares de la prensa por motivos indeseables.
El equipo acumuló derrotas y perdió por una lesión seria de rodilla al quarterback Kyler Murray. Ahora, considera que debe reconstruirse otra vez.
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“El día más difícil en la vida dentro del fútbol americano es cuando tienes que separarte de gente a la que respetas y cuyas contribuciones aprecias”, dijo el lunes el dueño de los Cardinals, Michael Bidwill.
Kingsbury, de 43 años y quien recibió una extensión de contrato apenas el año pasado, finaliza su gestión con una foja de 28-37-1 en cuatro temporadas, incluida una de 4-13 en esta última campaña.
Arizona terminó la temporada sufriendo siete derrotas consecutivas. El domingo los 49ers de San Francisco le propinaron una tunda de 38-13.
“Desearía haber trabajado mejor para él, porque en términos de esfuerzo, él es un tipo que se merecía el resultado que todos esperábamos”, dijo Bidwill.
Keim, de 50 años, recibió también una extensión contractual la temporada anterior. Ha estado con los Cardinals desde 1999 y fungió como gerente general desde 2013. En diciembre, solicitó una licencia médica, pero el equipo no explicó la razón.
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Ahora Bidwill comienza la búsqueda de un estratega y un gerente general. Habría varios interesados: Los Cardinals tienen a un quarterback para el largo plazo y poseen la tercera selección en el próximo draft.
Bidwill dijo que preferiría contratar primero a un gerente general y decidir después quién será el entrenador, aunque el orden podría alterarse. Afirmó que había entrevistado ya a dos candidatos internos —Adrian Wilson y Quentin Harris—, así como a un aspirante externo no identificado, para el puesto de gerente general.