En enero de 2007, la MLS tuvo uno de sus momentos más importantes, cuando el Galaxy de Los Ángeles logró la contratación de David Beckham, quien llegó procedente del Real Madrid.
La llegada del mediocampista inglés cambió por completo la historia del campeonato estadounidense, ya que se creó el concepto de “jugadores franqucia”.
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El momento que cambió la historia de la MLS
David era conocido por ser un futbolista dotado, pero también fue el primer ícono de la mercadotecnia en el deporte mundial.
Su fichaje con el Real Madrid fue uno de los más rentables, ya que todo lo que gastó el conjunto español se retribuyó en la venta de merchandising.
El Galaxy imitó el modelo del cuadro merengue, por lo que su intención fue vender muchas playeras y poner a la MLS en los ojos del mundo, para comenzar a crecer como torneo.
La llegada de Beckham ayudó para que otros futbolista de gran categoría llegaran a Estados Unidos, como Thierry Henry, David Villa, Andrea Pirlo, Zlatan Ibrahimovic y Wayne Rooney, entre otros.
En la actualidad, ya es común que grandes cracks lleguen a la MLS. Incluso, los futbolistas latinos prefieren ir por la calidad de vida que tienen.
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El claro ejemplo es Carlos Vela y Javier Hernández, representantes de los equipos más simbólicos de Los Ángeles.
David Beckham brilló con el Galaxy de Los Ángeles
Ahora, Beckham es dueño de un equipo de la MLS, al crear el Inter de Miami, equipo en el que espera tener, en unos años, a Lionel Messi como su jugador franquicia.
Pero David no sólo atrajo las mirada del mundo al campeonato de Estados Unidos, sino también fue parte de la época dorada del Galaxy.
Y es que, el mediocampista inglés ganó dos MLS Cup, tiempo en el que realizó 20 goles y 43 asistencias, en 124 encuentros disputados.
Su nivel estaba en lo más alto, al grado de que pudo ir a Europa cedido a jugar con el Milán y el PSG, conjunto con el que le puso fin a su carrera.