NUEVA YORK (AP) — Al final, a los Guardianes se les agotaron las remontadas. Y el equipo más joven en las mayores no pudo acabar con la sequía más vieja de títulos en el béisbol.
Cleveland, que optó por no colocar como abridor a su as Shane Bieber con descanso corto, quedó en desventaja prácticamente de inmediato, en un comienzo desastroso de Aaron Civale.
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Y los Guardianes no se recuperaron jamás. Cayeron el martes por 5-1 ante los Yanquis de Nueva York y quedaron eliminados en el quinto juego de la serie divisional de la Liga Americana.
Nueva York se impuso por tres juegos contra dos y avanzó para chocar nuevamente ante Houston en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Los Guardianes se marchan a casa, donde tendrán bastantes motivos de orgullo durante el invierno. Pero sus fanáticos sentirán de nuevo el dolor de una decepción en octubre.
Cleveland perdió su undécimo juego consecutivo de vida o muerte en postemporada, un récord de las mayores.
La franquicia tiene una foja de 1-8 en este tipo de duelos de ganar o morir. Perdió los últimos ocho tras ganar uno como local ante los Yanquis en la serie divisional de 1997. La racha comenzó con una derrota en 11 innings en el séptimo duelo de la Serie Mundial de ese año ante los Marlins en Florida.
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Sólo hay una racha más larga de ese tipo en la historia de las mayores. Se trata de la seguidilla vigente de Oakland, de nueve derrotas consecutivas en duelos de vida o muerte, desde 2000.
Pero con 17 novatos que debutaron en las mayores esta temporada, los Guardianes parecen tener un futuro brillante, especialmente si se considera que el toletero dominicano José Ramírez firmó un convenio con el club hasta 2028.
Un buen desempeño en la recta final de la campaña llevó a los Guardianes inesperadamente a la coronación en la División Central de la Liga Americana. Llegaron a los playoffs en busca de lo que hubiera sido el primer cetro de Serie Mundial del equipo desde 1948.
Y lo habrían logrado en el primer año desde que la franquicia cambió de mote.
Barrieron a Tampa Bay en la ronda de comodines y luego, con una nómina casi 200 millones de dólares más barata que la de Nueva York, Cleveland se quedó a un triunfo de dar la sorpresa.
Remontaron una desventaja de tres carreras en la parte baja de la novena entrada para imponerse por 6-5 en el tercer juego.
Fue un reflejo de toda su campaña. Cleveland encabezó las mayores, con un récord de 29 triunfos conseguidos en su último turno al bate.
Lo logró tres veces en los playoffs. En todas, fue el novato dominicano Óscar González el que pegó el hit que produjo la carrera de la ventaja.