TAMPA, Florida, EE.UU. (AP) — Tres anotaciones en el mismo número de partidos difícilmente pueden considerarse una buena labor ofensiva.
Tom Brady sabe que él y los Buccaneers de Tampa Bay tienen que mejorar en adelante, comenzando con el encuentro del domingo por la noche, un duelo ampliamente esperado ante Patrick Mahomes y los Chiefs de Kansas City, que son una máquina productora de puntos.
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Será el primer enfrentamiento entre los dos quarterbacks ganadores del Super Bowl desde que los Bucs derrotaron a los Chiefs en el encuentro por el título de la NFL, hace dos temporadas.
Hay dudas acerca de si será posible realizar el partido en Tampa, tras el paso del huracán Ian, que dejó un rastro de destrucción en la Florida al comienzo de la semana.
“Siempre siento que el deporte ha unido a la gente... Al mirar diferentes adversidades, ya sea el 11 de septiembre o (el huracán) Katrina, nos damos cuenta de que el deporte tiene una forma asombrosa de sanar heridas, unir a la gente y a las comunidades”, recalcó Brady.
“Pienso que en cualquier ocasión en la que puedes participar de algo así te sientes bien. Para nosotros siempre significa mucho la oportunidad de salir a jugar frente a nuestro público”, añadió. “Pero después de lo que le ha pasado a tanta gente en el estado es bueno salir ahí y darle algo con qué alegrarse”.
Los Bucs (2-1) se reubicaron al sur de la Florida para evitar el impacto de la tormenta. Utilizaron las instalaciones de práctica de los Dolphins de Miami, a fin de prepararse para enfrentar a los Chiefs (2-1).
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La actividad del domingo incluye también el duelo entre Lamar Jackson y Josh Allen.
Jackson fue reclutado en el último turno de la primera ronda del draft de 2018. Josh Allen quedó seleccionado antes pero, de todos los quarterbacks elegidos ese año, se le habría considerado la apuesta más riesgosa.
Quienes dudaban ahora guardan silencio.
“Pienso que esto se reduce a que estamos haciendo lo que nos pidieron”, dijo Allen. “Había muchas nociones y opiniones diferentes sobre nosotros dos, que llegamos mediante el draft. Simplemente buscamos formas de ayudar a que nuestros equipos ganen partidos. Y él lo hace mejor que nadie en la liga”.
Cuando Allen y los Bills de Buffalo enfrenten a Jackson y a los Ravens en Baltimore, tendrán evidentemente preocupaciones mayores que el escepticismo relacionado con el reclutamiento efectuado hace cuatro años. Pero la forma en que estos dos mariscales de campo han evolucionado para convertirse en superestrellas es un recordatorio de que pronosticar la carrera de un quarterback es una ciencia muy inexacta.
Y si hay una admiración saludable entre Allen y Jackson, es fácil saber por qué.
“Él está en Buffalo y yo aquí en Baltimore, así que no podemos salir juntos ni nada de eso”, dijo Jackson. “Pero cuando nos encontramos, nos demostramos ese respeto mutuo”.
La semana 4 de la NFL comenzó el jueves con la victoria de los Bengals de Cincinnati, por 27-15 sobre los Dolphins de Miami, quienes perdieron el invicto y se quedaron sin su quarterback Tua Tagovailoa a consecuencia de un golpe escalofriante.
El domingo, Nueva Orleáns se enfrenta a Minnesota en Londres.
Luego, Detroit visita a Seattle, Pittsburgh a los Jets de Nueva York, los Giants de esa misma ciudad a Chicago; Indianápolis a Tennessee; Houston a los Chargers de Los Ángeles; Atlanta a Cleveland, Dallas a Washington, y Filadelfia a Jacksonville.
Por la tarde, Carolina jugará en Arizona, Las Vegas en Denver y Green Bay en Nueva Inglaterra.
El lunes por la noche, San Francisco visita a los Rams de Los Ángeles.