Muchos recordamos las grandes rivalidades de Tito Trinidad vs Oscar De la Hoya, Floyd Mayweather vs Manny Pacquiao, Miguel Cotto vs Antonio Margarito y muchas de la época de los 2000′s que representaron una era bonita en el boxeo. Pudimos ver el crecimiento de grandes talentos y “Pretty Boys” convertirse en “Money May” y desconocidos convertirse en “Pacmans”. Saul “Canelo” Alvarez y Gennady Golovkin representan una era en donde todavía el boxeo era añorado, querido y respetado en todas partes del mundo. Una razón era donde podías ver boxeo de calidad cualquier sábado por HBO o ESPN Deportes. De hecho, muchas veces eso implicaba dar el “tarjetazo” y gastar $70.00 dólares (mínimo) en el PPV.
Al menos sabían contar la historia perfecta. Todo tenía sentido; desde la música, narrativa y la historia detrás del peleador. No es misterio que el boxeo ha perdido brillo y notoriedad en el “mainstream” gracias al retiro de grandes púgiles como los mencionados al inicio de este escrito. En el pasado, vimos como leyendas se retiraron y otras que lamentablemente fallecieron. Sin embargo, teníamos la garantía de que siempre llegaría una nueva sepa a salvar el boxeo. ¿Esa sepa llegó o llegará? Eso es una pregunta para otro escrito.
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Canelo es el epíteto del boxeo alrededor del mundo en su actualidad, siendo odiado por muchos y querido por otros. Este demuestra de manera consistente un toque único de velocidad, defensa y contra golpeo dependiendo de su oponente. Ha sabido capitalizar contra boxeadores más altos atacando sus zonas blandas y sus brazos para aflojar la defensa de su contrincante. No se le puede quitar mérito a Canelo, ya que todos hemos sido testigos de su crecimiento como boxeador y como pasó de vencer a peleadores de clase C en “under cards”, a vencer boxeadores de la talla de Shane Mosley y Miguel Cotto.
Gennady Golovkin siempre representó otra sepa de boxeo. Este tenía una visión diferente al deporte en donde peleaba con todos y noqueaba a todo el que podía. Representa al estilo feroz de siempre ir hacia adelante con el pensamiento de que si atacas al cuerpo, la cabeza cae sola. A pesar de no ser alguien carismático, sus espeluznantes nocauts lo hicieron uno de los boxeadores favoritos de muchos fanáticos y una estrella en HBO. Por años se criticó al Canelo por no enfrentar a “GGG” y se comenzó a tildar al Canelo de ser un peleador “manipulador” que escogía a sus oponentes en sus debidas restricciones y exigencias.
Esta moda iniciada formal y públicamente por Floyd Mayweather, fue seguida por Canelo. Esto lo llevó a ganarse el odio y la envidia de un sector increíble de la fanaticada alrededor del mundo. Luego de vencer y vapulear a Julio Cesar Chavez Jr. el 6 de mayo del 2017, Canelo invita a GGG al ring y oficializan lo que sería la pelea más esperada del año. Pero aceptemos algo, Julito el de Quebrada Limón podía meterle las manos a Julio César Chávez Jr y darle una “rosca” con un mínimo entrenamiento de boxeo. Pero no nos vamos a distraer el David Flair del boxeo.
El 16 de septiembre del 2017 fue la fecha y la cede un hermoso T-Mobile Arena. “GGG” y Canelo, los 2 guerreros más grandes, se vieron cara a cara. En esta pelea vimos al Canelo con un buen juego de piernas e intentando contra golpear a un GGG que venía de unas peleas no tan asombrosas como nos tenía acostumbrado. Al pasar de los asaltos, GGG llevaba la delantera, pero no por mucho, ante un Canelo que retrocedía intentando “cucar” al de Kazajistán. Eso lo llevó al ensogado recibiendo buenos golpes de GGG, que tampoco parecían generar efecto en Canelo. Llegamos al asalto #12 y en lo personal, no veía a Canelo ganando, pero luego de un asalto lleno estrés, emoción y gritos, la pelea culmina.
El resultado fue un empate. Para muchas personas fue la decisión incorrecta. En lo personal, yo vi el encuentro 116-114 a favor de Gennady, pero los jueces no lo vieron así y esto dio paso a la famosa revancha. Tomó un año entero concretar dicha revancha. La misma sucedió bajo las luces del T-Mobile Arena en Las Vegas, Nevada. Bueno, saben lo que dicen de Las Vegas en el boxeo.
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Para esta pelea ya la rivalidad entre ambos se había vuelto personal, llegando a insultos y empujones, los cuales nos vendía la gran pelea que se tornaría en una guerra. Muchas cosas cambiaron ese 18 de septiembre de 2018. “GGG” llegó con pantalones blancos con violeta, mientras Canelo llegó con cortos negros y dorados. Estos colores significarían la visión de ambos dentro del ring, ya que en un giro de 180 grados, “GGG” decidió ir hacia atrás y Canelo fue hacia adelante de manera constante. Esta movida cambió la sensación del encuentro, ya que veíamos a “GGG” como el toro que siempre iba hacia adelante y Canelo como el torero, pero los planes se invirtieron y vimos a Canelo infringiendo presión y golpes a “GGG”.
Todo esto mientras que “GGG” ripostaba con este estilo nunca antes visto de su parte. Otra vez veíamos un encuentro aguerrido en el cuál ninguno deseábamos estar en las posiciones de los jueces, quienes podían interpretar los asaltos para cualquiera de los dos. Llegamos al asalto #12 y luego de otro emocionante asalto final, suena la campana. Luego de una espera intensa de las tarjetas, los jueces anuncian 115-113, 115-113 y 114-114 para el ganador de la noche, por decisión dividida, Saul “Canelo” Alvarez.
Saul se levanta con el dedo en sus labios en señal de “hablen ahora”, mientras “GGG” se sintió robado. En las entrevistas se coqueteó con tener una revancha, pero no terminó ocurriendo. Canelo continuó alimentando su legado vendiendo a peleadores como: Rocky Fielding, Sergey Kovalev, Billy Joe Sanders, entre muchos otros. Canelo ganó campeonatos en diferentes pesos. Muchos veían esta situación con buenos, ojos, pero otros lo veían como un movimiento “débil” por no pelear con los peleadores del momento.
Sin embargo, Gennady sólo ha tenido cuatro peleas luego de su pelea con Canelo ante oposiciones de clase B y C, en el cual no se ha visto tan imponente como sus años de gloria. Este próximo sábado, ambos vuelven a enfrentarse cerrando una era, una rivalidad, un capítulo y una memoria del boxeo que veíamos con cariño. Esa etapa especial llena de HBO 24/7 y conferencias de prensas repletas de emoción y adrenalina. Para mí, esta pelea es el cierre de la última gran era del boxeo, donde dos nombres grandes con legados indiscutibles, se enfrentan por honor, orgullo y pasión por el deporte.
Este sábado 17 de septiembre se cierra un libro entero en la historia del boxeo. ¿Logrará el boxeo crear las próximas grandes súper estrellas posterior a esto? El tiempo dirá. Mientras tanto, disfrutemos de este momento por el cual llevamos esperando por los pasados cuatro años. No olvides seguir Lucha Libre Online para mantenerte al tanto de todo lo que ocurra en el mundo de los deportes de contacto.
Créditos a Kevork Djansezian por la foto utilizada entre éste artículo.
Este artículo publica gracias a un acuerdo de colaboración entre Lucha Libre Online y el periódico Metro Puerto Rico.