NUEVA YORK (AP) — En una temporada opaca, Garbiñe Muguruza necesitaba ganar imperiosamente, como fuera y contra cualquiera.
Así que la victoria 6-3, 7-6 (5) que la hispano-venezolana se apuntó el martes ante la adolescente danesa Clara Tauson en el primera ronda del Abierto de Estados Unidos fue un bálsamo al debutar.
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Tras levantar tres bolas de set en el segundo parcial y voltear un déficit 4-1 en el desempate del mismo frente a una adversaria de 19 años, Muguruza se desahogó con un grito ensordecedor.
Se apuntaba su primer triunfo en una cita de Grand Slam desde el Abierto de Australia, donde cayó en segunda ronda. Se despidió a las primeras de cambio en Roland Garros y Wimbledon.
"No doy por sentada ninguna victoria", dijo la novena preclasificada, con marca negativa de 11-14 este año. "Me da alegría y energía para seguir entrenando y competiendo”, añadió.
Fue relegada a la Cancha 5, pista secundaria en Flushing Meadows que no encaja con los antecedentes de una ex número uno del mundo y dueña de un par de títulos de Grand Slam.
De cerrar 2021 consagrándose en las Finals de la WTA en Guadalajara, el mejor resultado de Muguruza este año fueron los cuartos de final que alcanzó Qatar en febrero.
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Al cumplir una década como profesional, Muguruza admitió que este ha sido un año torcido.
"Todo el mundo, y yo me incluyo, creen que porque una cierra bien un año, pues será lo mismo el año siguiente”, reflexionó Muguruza, quien cumplirá 28 años en octubre. “Siento que he tenido un bajón en cuanto a mi tenis, a veces en la parte mental, y a veces falta de energía”.
“Y quizás este el año en el que he sentido la factura de tantos años en la gira... Este quizás no sea el mejor año de mi carrera pero estoy y sigo compitiendo”, agregó.
El siguiente desafío será contra oponente aún más joven. Será Linda Fruhvirtova, promesa checa de 17 años que actualmente es la 167 del ranking.
SWIATEK DISFRUTA SU FAMA
Iga Swiatek recuerda que nadie se fijaba en ella cuando venía a Nueva York, así que se emocionó cuando vio su imagen desplegada en un rutilante anuncio en Times Square.
La polaca está encandilada por su condición de número uno del tenis femenino.
“Trato de disfrutarlo porque recuerdo esos momentos en que costaba que alguien se fijara en mí", dijo Swiatek. “Demuestra todo el avance que he tenido en las canchas, pero también que estoy muy bien fuera de las mismas".
Swiatek piensa en grande en este US Open. Dio el primer paso tras despachar 6-3, 6-0 a la italiana Jasmine Paolini 6-3, 6-0 en algo más de una hora.
Sabe que no será fácil la forma que le permitió encadenar 37 victorias este año, racha que incluyó la conquista de un segundo título en el Abierto de Francia. Tiene foja de 5-4 desde que esa racha fue rota, pero se conforma con enlazar otra de siete para añadir otro trofeo de un major en sus vitrinas.
LA AMARGURA DE LA CAMPEONA DE WIMBLEDON
En la antesala del US Open, Elena Rybakina lamentó que no recibió puntos tras coronarse campeona en Wimbledon, luego que ambas giras decidieron no repartirlos este año debido a que los organizadores del major en césped vetaron la presencia de jugadores de Rusia y Bielorrusia a raíz de la guerra contra Ucrania.
Rybakina, quien nació en Rusia pero representa a Kazajistán, llegó a decir que no se sentía como una campeona de Wimbledon.
Para su debut en Nueva York, la 25ta del ranking apareció lejos de las pistas principales — en la Cancha 12. Tuvo debut y despedida al caer 6-4, 6-4 ante Clara Burel, una francesa que entró el cuadro principal tras superar la fase previa.
Aryna Sabalenka (6ta preclasificada), Jessica Pegula (8), Petra Kvitova (21) y Karolina Pliskova (22) se apuntaron victorias en el segundo día del torneo.