En 2014, Liv Morgan se convirtió en luchadora profesional, al ingresar a las filas de la marca de desarrollo de WWE, NXT, cuando Vince McMahon le ofreció un contrato, ya que vieron grandes cualidades deportivas en ella.
A ocho años de ello, la esteta cumplió uno de sus grandes sueños, al convertirse en campeona de femenina de SmackDown, tras arrebatarle el título a Ronda Rousey.
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Durante la velada del PPV “The Money in The Bank”, Liv ganó la batalla para quedarse el maletín que le daba un contrato por una lucha estelar.
Morgan triunfó en “The Money in The Bank”
Morgan no quiso esperar más y luego de que Ronda venció a Natalya, ingresó al cuadrilátero para canjear su oportunidad por el título.
Rousey estaba cansada por la defensa de su cetro, por lo que Liv aprovechó el momento y consiguió el cinturón de SmackDown.
La luchadora de 28 años logró uno de sus más grandes anhelos, el cual tardó ocho años en alcanzar.
Morgan es una de las estetas más seguidas por los aficionados de WWE, ya que reconocen en todo momento su talento en los encordados, aunque también su belleza física es un atractivo que le gusta a sus fans.
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De Hooters a WWE
Antes de ser parte de la empresa de lucha libre, Live incursionó como modelo; además, trabajó por algún tiempo en el famoso restaurante Hooters, como mesera.
Aquel pasaje de su vida la ayudó a madurar, aunque en su cabeza la lucha libre siempre estuvo presente, pues de niña era fanática de WWE.
Fue hasta 2014 cuando fue descubierta por un agente de la compañía estadounidense, al verla entrenar en el famoso gimnasio de Joe DeFranco, el entrenador personal de Vince McMahon.
De hecho, Live llegó a este centro de entrenamiento porque quería aprender lucha libre y eso la llevó a la oportunidad más importante de su carrera.