Quizás Steve Kerr no es considerado una leyenda del baloncesto ni está entre gigantes como Michael Jordan, Magic Johnson o Larry Bird.
Como jugador consiguió cinco títulos de la NBA y suma tres más como entrenador de Golden State Warriors, equipo que está a un triunfo de ir a las finales de la presente temporada.
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Pero eso es lo menos importante para Kerr, luego de la tragedia ocurrida el martes en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, en la que murieron 19 niños y dos adultos.
Consternado
En su conferencia de prensa antes de que los Warriors jugaran la noche del martes contra los Dallas Mavericks en las finales de la Conferencia Oeste de la NBA, Kerr dijo que no hablaría de baloncesto.
“Cualquier pregunta sobre baloncesto no importa”, soltó de entrada el técnico de los Warriors, visiblemente emocionado, aguantando el llanto, debido a que “14 niños fueron asesinados a 400 millas de aquí, y un maestro”.
La cifra, que subió después a 19 estudiantes y dos adultos, de acuerdo con el sargento Erick Estrada, del Departamento de Seguridad Pública de Texas, se une también a la tragedia de Buffalo, Nueva York, donde 10 personas murieron en un tiroteo masivo en una tienda local, sumado a otro tiroteo en una iglesia de Laguna Woods, California, que dejó un una persona muerta y cuatro personas gravemente heridas.
Todo eso sucedió en un lapso de 10 días.
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“Ahora tenemos niños asesinados en la escuela”, añadió Kerr, antes de exaltarse: “¿Cuándo vamos a hacer algo?”.
Criticó a los congresistas
“Hay 50 senadores en este momento que se niegan a votar sobre H.R. 8, que es una regla de verificación de antecedentes que la Cámara aprobó hace un par de años”, añadió. “Ha estado allí durante dos años. Y hay una razón por la que no lo votará, para aferrarse al poder”.
“Así que les pregunto, Mitch McConnell, les pregunto a todos ustedes, los senadores que se niegan a hacer algo con respecto a la violencia, los tiroteos en las escuelas y los tiroteos en los supermercados, les pregunto: ¿Van a anteponer su propio deseo de poder a las vidas de nuestros niños y nuestros ancianos y nuestros feligreses?”, acotó. “Porque eso es lo que parece. Eso es lo que hacemos todas las semanas”.
“Estoy cansado. Estoy tan cansado de subir aquí y ofrecer condolencias a las familias devastadas que están allá afuera”, dijo visiblemente molesto y consternado. “Estoy tan cansado de... Lo siento, estoy cansado de los momentos de silencio. Basta”.
“Estoy harto, ya tuve suficiente. Vamos a jugar el juego esta noche, pero quiero que todas las personas aquí, todas las personas que escuchen esto, piensen en su propio hijo, su nieto, su madre , padre, hermana o hermano, ¿cómo te sentirías si esto te sucediera hoy? No podemos insensibilizarnos ante esto. No podemos sentarnos aquí y simplemente leer sobre esto y decir ‘Bueno, tengamos un momento de silencio , sí, vamos Dubbs. Vamos Mavs, vamos’”.
“Eso es lo que vamos a hacer. Vamos a jugar un partido de baloncesto. Y 50 senadores en Washington nos van a tomar como rehenes. ¿Te das cuenta de que el 90 por ciento de los estadounidenses, independientemente del partido político, quieren verificaciones de antecedentes universales? Estamos siendo tomado como rehén por 50 senadores en Washington que se niegan incluso a someterlo a votación a pesar de lo que nosotros, el pueblo estadounidense, queremos”, recalcó y sentenció antes de salir del escenario: “No lo votarán porque quieren aferrarse a su propio poder. Es patético, ya tuve suficiente”.
Kerr perdió a su padre en 1984, cuando el ahora entrenador tenía 19 años, víctima de un ataque con armas de fuego. Malcolm Kerr era el presidente de la Universidad Americana de Beirut cuando dos hombres le dispararon fatalmente fuera de su oficina, en 1984.
