La estrella puertorriqueña de la NBA, José Juan Barea y el hotelero y empresario, Ricky Newman, se han unido para desarrollar un complejo polideportivo con alojamiento, que estará situado en las antiguas instalaciones del colegio católico Nuestra Señora de la Merced en Hato Rey.
El complejo para el desarrollo deportivo, llamado JUMP Centro de Desarrollo Deportivo (JUMP), será una instalación multiusos que contará con espacios exterior e interior. Situado en un terreno de más de cinco cuerdas, el revolucionario proyecto pretende proporcionar un entrenamiento deportivo distinto y de alta calidad que a la misma vez fomentará el turismo deportivo en la Isla.
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Financiado por Banco Popular de Puerto Rico con una inversión de $7 millones, JUMP contará con 100,000 pies cuadrados de espacio interior que darán espacio a canchas de baloncesto, canchas de volibol, volibol y tenis playero “beach tennis”, un centro de rehabilitación de salud, salas de entrenamiento, un campo de fútbol al aire libre, cuartos de hotel, tienda de ropa y equipo deportivo y un lugar de comida y bebida.
“En Puerto Rico estamos preparados y con mucho ánimo de apoyar proyectos como este, que aportan al crecimiento económico y social de Puerto Rico. Este financiamiento nos llena de mucho entusiasmo y es muy importante porque vemos cómo obras existentes se pueden transformar en proyectos de impacto para el desarrollo del deporte y del talento de nuestra gente. Necesitamos ver más movimiento en esta dirección ya que contribuye al progreso de Puerto Rico y de las comunidades a las que servimos”, indico Eli Sepúlveda, vicepresidente ejecutivo del grupo de Crédito Comercial de Popular.
Se espera que el desarrollo de JUMP, una empresa conjunta entre PRSC, LLC, encabezada por Newman, y SPORTLANGE, LLC. encabezada por Barea, comience en febrero; y se espera que la primera fase se complete en el otoño de 2022.
“Ha sido un proyecto que llevo trabajando desde 2014. Luego se lo presenté a José Juan y su familia para unir esfuerzos y llevar mi visión a la realidad”, comentó Newman. “Ambos coincidimos que hay una necesidad de proveerle a los jóvenes puertorriqueños instalaciones deportivas de calidad y multidisciplinarios, todo en un lugar”, añadió.
La experiencia de Newman en la industria hotelera y en el turismo deportivo añade valor al proyecto, ya que el piso superior de la instalación se transformará en un hotel para que los jugadores se puedan alojar en un ambiente seguro, conveniente y rentable.
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El hotel también servirá para alojar deportistas que buscan entrenar y hospedarse en un mismo lugar para que se puedan enforcar en su entrenamiento sin interrupciones y sin tener que viajar de una facilidad a otro. También servirá para personas que buscan fisioterapia o rehabilitación.
JUMP se desarrollará como un modelo pionero para el desarrollo del deporte juvenil y universitario
El complejo proveerá a los atletas el apoyo y el entrenamiento apropiado, independientemente de su condición física, capacidad o historial deportivo” mencionó Barea. “Todo el mundo tiene un atleta en su interior, y en JUMP nos enfocaremos en ayudar encontrar el suyo” agregó el canastero boricua.
Los expertos en ejercicio fisiológico de JUMP ayudarán a los atletas a encontrar los métodos adecuados para desarrollar su máximo potencial. Los enseñarán a utilizar su energía y movimiento mediante el desarrollo de los fundamentos atléticos y la maximización de sus destrezas.
¿Por qué el nombre JUMP? La respuesta es simple.
JUMP significa brincar en inglés, y brincar es una parte fundamental de las destrezas motores gruesas del ser humano; a su vez, brincar es uno de los movimientos más explosivos que se ejecutan en el deporte. En varios deportes, mientras más alto pueda brincar el atleta, más probabilidades de éxito tendrá en esa disciplina. Mientras que la capacidad de brincar de un atleta se relaciona con su rendimiento atlético en general. Además, la palabra saltar se utiliza para representar el progreso de un atleta -como la frase saltar al próximo nivel.
La instalación utilizará las investigaciones más recientes sobre el entrenamiento físico y la más avanzada tecnología para ayudar a los atletas de todos los niveles y edades a identificar y alcanzar sus objetivos, ya sea superar una lesión física o desarrollar todo su potencial atlético.
La idea es sumergirse en la industria del turismo atlético juvenil.
Reconociendo la importancia del turismo deportivo juvenil
Durante los últimos años, Puerto Rico se ha convertido en un lugar atractivo para el turismo atlético.
Además de los eventos a gran escala como el Puerto Rico Open, los torneos de la FIBA, y la Serie del Caribe, entre otros, se ha identificado una oportunidad de desarrollo y crecimiento en el deporte juvenil y colegial.
Universidades de todas las divisiones deportivas han viajado a Puerto Rico para entrenamientos fuera de temporada, clínicas en grupos e individuales, juegos de práctica, torneos y competencias juveniles de todos niveles que se llevan a cabo durante todo el año.
“Los eventos deportivos a gran escala tienen un impacto económico significativo y atraen público con niveles saludables de gasto en hospedaje, comida y bebida, transportación, entre otros”, dijo Newman. “Por eso las facilidades de JUMP proveerá la oportunidad de presentar más eventos deportivos donde Puerto Rico sea la sede recurrente”.
Barea, quien practica deportes desde muy joven, se dio cuenta de que en Puerto Rico hace falta un concepto que ofrezca varios deportes bajo un mismo techo.
“JUMP le ofrece a los atletas juveniles y colegiales la oportunidad de venir y mejorar” explicó Barea. “Le proveeremos a los atletas de todas las edades y niveles la capacidad de desarrollar sus habilidades en una multitud de deportes” amplió el jugador puertorriqueño.